Temporada 2 (Capítulo 13)

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Objetivo

El dolor es algo que moldea a las personas, como un hierro caliente en la piel de un cordero. La sociedad es aquel hierro y los débiles el cordero. Así sea que te dejes pisotear por los poderosos o te armes de valor y defiendas lo que es tuyo, todos y cada uno tenían su tiempo asignado.

Como bien es sabido, cuando se parte del mundo terrenal uno no se lleva nada, somos nada sin el valor que le hemos dado a las cosas. Shirio, la difunta Damma Errante fue una de aquellas víctimas que desafió el orden natural de las cosas y pereció por sus allegados.

Nada nuevo en el curso de la vida, sin embargo de valentía a reconocer. Ella, era hija de una puta, por resultado era una bastarda para la sociedad. Al menos esa fue una de las cosas que le dijeron las monjas de su orfanato, un pecado para la vida misma. En efecto, esa era Shirio.

Los hermanos ante la presencia del cuerpo vacío y sin vida de lo que fue alguna vez su hermana, sintieron la impotencia en carne propia. Ser inferiores ante el inmensurable poder de la naturaleza y su curso natural. Ahí es cuando entendieron que solo eran una mancha en el basto mapa de la vida, no eran memorables y mucho menos importantes.

Ace tragó el nudo que se comenzaba a formar en su garganta tomando los bordes de la madera oscura del ataúd sin apartar su vista del rostro de la fémina. Su corazón bombeaba con fuerza, pronto comenzó a pestañear con lágrimas surcando los bordes de sus ojos.

Luffy no se quedaba atrás, tras la figura de su hermano observaba el mismo destino que el susodicho. Por primera vez en dos años se sentía débil y vulnerable. Quizá el único tema que podía hacerle frente a su fuerza era su familia.

Extendió su mano temblorosa hasta un pequeño collar de oro en el cuello de su hermana. Notó una joya rojiza como adorno y centro de atención de la pieza. Algo en ese objeto le daba una aura familiar que no sabría explicar de donde venía. Alejó su mano para desviar su vista de vuelta a la joven frente suya que se mantenía en silencio de la situación.

- ¿Ocupas su fruta dices? - Cuestionó sin vaciar en su mirada.

La contraria asintió retomando la conversación en donde la habían dejado.

- Sin ella no puedo hacer mucho - Encogida de hombros cerró el ataúd con cuidado.

Luffy sin decir nada más arrastró a Ace lejos para hablar con el, más que nada contarle todo lo que sabía de la fruta de Shirio y su paradero. Sería complicado y casi un milagro si el pudiera conseguir la fruta de su hermana por cuenta propia.

Las expresiones de Ace vacilaron de felicidad, enojo y desesperación mientras Luffy le contaba todo de lo que se había enterado gracias a Law. ¿Si quiera eran seres humanos los del gobierno y la marina? Se comportaban peor que como pintaban a los piratas en el periódico.

Es ahí donde entraba la otra cara oculta que la sociedad no conocía, el lado podrido de la "justicia". Que en este punto, más de uno se cuestionaba si en verdad eran ellos los buenos y en quienes estaban sus vidas en manos.

- ¿Cuando te llamó? - Siseo el pecoso con la vista gacha y los brazos cruzados.

- Hace unos días - Respondió sin mentir - Luego de eso te llamé y aquí estamos - Apuntó al rededor con uno de sus dedos.

Ace asintió suspirando por tan solo pensar en lo que estaba por venir, ¿Doflamingo? Era como satanás en carne propia. Nadie que no estuviera vivo sabía de ese hombre, era imposible luego de que este se hiciera Shichibukai.

Sea donde sea que mirara siempre habría un problema, quizá ya era el momento de aceptar que es sólo era la vida que le tocaba vivir, pero Dios, a veces desearía que no fuera así. Un momento de paz, su familia reunida y completa sin llorar por las noches para aquellos que ya no los acompañaban era uno de sus más grandes anhelos.

- Bien - Musitó Ace tomando el puente de su nariz - Esto va a ser una gran mierda - Dijo divertido sonriendo a Luffy que le devolvía el gesto.

- ¡A patear traseros! - Espetó con determinación el menor.

[...]

El regreso al barco fue silencio y con algo de tensión en el aire, las mentes de todos volaban de aquí allá luego de que Luffy les dijera a donde tenían que ir, Dressrosa. Sabían lo que les esperaba y peor aún, estaban seguros de que no saldrían bien parados como otras veces.

Un chasquido de lengua atrajo la atención de todos, era Caesar Clown que reía entre dientes al ver las caras de los recién llegados.

- Imagino que las cosas no van bien, ¿No es así? - Cuestionó con falsa inocencia frunciendo el ceño.

Negó levemente con la cabeza, el silencio le había respondido por si solo. Aprovecharía está situación a su favor y quizá así lograría que bajaran la guardia para escapar a Dios sabe donde. El objetivo era estar lejos de los Mugiwaras, Doflamingo y Big Mom.

- ¿Qué es tan divertido? - Una falsa sonrisa se apoderó del rostro de Ace quien veía al peliazul con enfado - Una broma que no escuché ¿Quizá? -.

El tema de su hermana era algo delicado que si se evitaba, era mejor para cualquiera. Desde que Shirio había dado su vida por sus hermanos el carácter de Ace con respecto al tema era algo volátil e inestable.

Saber que un completo desconocido se burlaba de aquello a sabiendas de que había experimentado con el propio cuerpo de su familiar le hervía la sangre cual infierno en vida. La vena de su frente se marcó mientras avanzaba lentamente hasta quedar frente al susodicho científico.

- Puño de fuego - Mencionó con ironía.

Ace se apoyó en sus rodillas para bajar un poco su altura y estar más cerca para hablar.

- Tienes suerte - Aquello tomó desprevenido al mayor - De no ser porque eres útil para Doflamingo, te arrancaría la piel y te quemaría con mis propias manos por lo que hiciste - Sonrió un poco de manera macabra con su mirada ensombrecida - Sólo tengo que esperar - Finalizó dejando perplejo a Caesar por lo impontente que sonó.

[...]

- Tu amiga - Dijo Nami llegando al lado del cirujano que descansaba bajo el árbol del barco - ¿Cual es su nombre? - Tomó asiento acomodando su cabello detrás de sus orejas.

Law cerró sus ojos tomando un poco de aire, sin importancia por la repentina pregunta a decir verdad.

- Ann - Musitó desde su lugar relajado sin agregar nada más.

- Vive en una linda isla y su hogar es muy acogedor - Agregó de la nada - ¿Qué hace ella aquí sola? - Indagó arriesgándose a no recibir respuesta y hacer enojar a Law.

Para su sorpresa no fue así y el contrario parecía dispuesto a hablar sin algún inconveniente.

- Ella lo prefirió así - Tomó su espada para colocarse de pie. Dió una última mirada a Nami que seguia sentada en el suelo - No se siente cómoda entre la gente y sus prejuicios. Es tímida y la soledad le hace bien a su ansiedad - Finalizó tomando rumbo a la cocina de la nave.






 Es tímida y la soledad le hace bien a su ansiedad - Finalizó tomando rumbo a la cocina de la nave

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Sayonara...♡

©-Yaratzalli 2022

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