Temporada 2 (Capítulo 20)

214 25 7
                                    

El precio por la salvación

Con la conmoción de la pelea en el mundo real, Shirio apenas podia segui el ritmo. Estaba en shock al descubrir que sus hermanos estaba juntos nuevamente, ¡Sabo estaba vivo! Aunque lamentablemente la felicidad no duró mucho cuando una nube de recuerdos borro la laguna mental que tenía en sus memorias, su sonrisa se desvaneció.

Las imágenes crueles y crudas de su tortura en Impel Down regresaron a la memoria de Shirio de manera abrumadora, como el golpe de una culata a la cabeza. La angustia la envolvió y removió sus entrañas, como si estuviera reviviendo cada momento y segundo de su sufrimiento. Recordó las cadenas que la ataban, el frío y la oscuridad de su celda, y los gritos desgarradores de los prisioneros que la rodeaban compartiendo su destino. El único ruido en su celda era las gotas de su sangre golpear el lúgubre suelo.

El miedo se apoderó de cada centímetro de su cuerpo mientras revivía la tortura que sufrió después de salvar a Ace en Marineford y que aquellos marines la capturaran. El miedo a la soledad, a la desesperación, y al dolor insoportable que la consumieron en aquel infierno subterráneo. El miedo a la incertidumbre constante de preguntarse si viviría un día más y si era así, que clase de castigo tenía que pagar por respirar de nuevo.

El enojo creció en su interior cual llama embravecida comiendo la hierva seca de un campo. Una rabia ardiente hacia aquellos que la habían torturado y la habían separado de sus hermanos. Se enfureció consigo misma por no poder evitar el sufrimiento que sufrió. La injusticia de su situación la hizo sentir un enojo indomable. Estaba muerta, ni siquiera tenía que discutirlo, pero ¿Torturada y sin poder defenderse? No, eso hacia hervir su sangre.

El rencor también se apoderó de Shirio. Recordó a los carceleros crueles y a quienes la habían tratado con desprecio y crueldad, peor que a cualquier animal en el matadero. El rencor hacia aquellos que habían intentado destruirla y a su familia solo alimentaban el hambre de hacer correr la sangre en el frío concreto. Deseaba venganza, anhelaba que quienes le habían causado tanto dolor sufrieran de la misma manera, el infierno sería un cielo comparado con lo que Shirio les haría si tuviera la posibilidad.

Dentro de la fruta de Shirio, los sentimientos de angustia, miedo, enojo y rencor se mezclan en un torbellino de emociones abrumadoras. Shirio luchaba por controlar sus emociones mientras seguía observando a sus hermanos desde su mundo aparte, deseando poder abrazarlos y consolarlos en medio de su propia tormenta emocional en lugar de dejarse consumir por estos sentimientos negativos.

Pero, ni siquiera era capaz en ese punto de convencerse a sí misma y dejarlo de lado, total ¿Qué podía hacer? Aquello había pasado hacía años y ella estaba muerta, tenía que recordar su lugar. Mientras tanto, en el mundo real Luffy se enfrentava ferozmente a Doflamingo. Su poder era incalculable y Luffy no se quedaba atrás, sacando su nueva marcha venció al hombre con dificultad.

A veces Luffy podía dar miedo, por el simple hecho de ser joven y tener en su control un poder que ni siquiera el mismo sabía cual era el límite. Imaginarlo y ponerlo en perspectiva con su edad y experiencia era lo que el gobierno temía, si con pocos años de entretenimiento podía hacer eso, ¿Con la edad de un emperador actual que aberraciones podía hacer en ese caso?

Solo el tiempo lo diría.

La victoria cayó a favor de los Mugiwaras y Luffy consiguió la fruta de su hermana de vuelta, ahora solo seguía volver con Ann para realizar el procedimiento y traer a su hermana una vez más a su lado. Dios solo sabía que ese era el comienzo de su tortura más grande y el chico junto a sus hermanos no lo sabían. La calma antes de la tormenta dicen, ¿Verdad?

Cuando estaban de vuelta en el barco se dirigieron a la isla de Zou donde se suponía que se reencontrarían los Mugiwaras y los piratas de Law. Era viento en popa mientras llegaban con cerveza y comida por montón celebrando la victoria en contra el ahora, ex-Shichibukai Doflamingo. Shirio ahora más tranquila pero no del todo, en un momento de lucidez sobre sus pensamientos antes de perder la cordura observó a sus hermanos.

Riendo, juntos y alegres como los recordaba. Aquello envío calidez a su corazón pero no era suficiente, quería estar ahí y simplemente no podía, ahora entendía el objetivo de su purgatorio. Observar, observar y observar sin la posibilidad de contacto con sus seres queridos, condenada a la eterna soledad hasta el siguiente y así sucesivamente hasta el fin de los tiempos. A la mierda con eso.

Apretó los dientes sobre su labio inferior logrando sacar un gran hilo de sangre espeso y constante. Ella ni siquiera lo notó mientras las venas de su frente se marcaban con la rabia, ahí se iba a la mierda su poca cordura restante, Dios se apiade de las pobres almas en desgracia a partir de ese momento. Ni siquiera lo notó, ¿Cuando habían llegado a la isla de Zou?

Parpadeó confundida, el viaje estaba a una semana y para ella habían sido unos minutos, no se había dado cuenta pero no valía la pena cuestionar algo que no entendía en ese momento. Estaba cegada por un arremolinamiento de emociones impulsadas por la rabia, sólo un hombre sabio sabría que aquellas suelen ser las emociones más fuertes y las necesarias para causar la guerra y la desgracia.

Observó como Luffy se enteraba del abandono a la tripulación por parte de Sanji gracias a su familia. "¿Vinsmoke eh?" Ella se dijo. Ahí los hermanos se enfrentaron a una encrucijada, salvar a su hermana o ir tras Sanji. Nadie podía decidir por ellos, podían dar sus puntos de vista pero no tenían real voz ni voto, uno era un amigo y la otra, familia. Luffy tomó una decisión que unos se esperaban y otros no tanto.

- Traeremos a Shirio de vuelta - Anunció decidido viendo a sus hermanos que lo apollaban en lo que sea que decidiera - Cuando esté aquí nos ayudará a traer a Sanji de vuelta -.

Fueron opiniones dividias pero a fin de cuentas, era el capitán.

- Lamento no haber podido detenerlo - Se lamentó Nami en brazos de luffy dejando las lágrimas caer libres en sus rojizas mejillas. Luffy negó diciendo que no era su culpa, habían hecho lo que estaba en sus manos y no siempre era suficiente, pero lo intentaron.

Las cosas no iban a ser fáciles y los tres hermanos iban a recibir el peor de los golpes posibles.














___________________

Solo diré, agárrense porque tengo ganas de darles angustia.

Desayuno, comida y cena ♡

¡Buena suerte!

Gracias por leer ♡

Gracias por leer ♡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



©-Yaratzalli 2023

[ Sobre mi cadáver ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora