[ Sobre mi cadáver ]

Temporada 2 (Capítulo 11)

Una sonrisa que no se pudo proteger

Shirio se encontraba de espaldas al Shichibukai, Doflamingo estaba impaciente por averiguar la causa del porqué La Dama Errante se encontraba en su barco, un giro inesperado para su día pero no se quejaba, la diversión el entretenimiento recién comenzaban.

— De visita — Respondió la chica viendo sobre su hombro al contrario.

Doflamingo ensanchó su sonrisa con algo de burla y superioridad. La chica apenas y podía mantener la calma, era más que evidente, estaba seguro que pronto comenzaría a temblar cual presa ante su depredador.

— Las visitas están prohibidas — Contestó con seriedad y picardía sin borrar su sonrisa.

Shirio apretó sus labios, estaba sin salida a menos que se lanzara al mar y con suerte, Law fuera capaz de salvarla para que no se ahogase. Sin dudas, era una apuesta contra la muerte. Mientras dudaba que hacer en sus pensamientos, la chica que había golpeado con anterioridad subió las escaleras y encontró la escena que estaba pasando frente suya.

— Señor — Interrumpió llamando la atención del rubio — Esa chica estaba dentro de una caja junto el Smile, la descubrí y me golpeó para escapar — Le informó rápidamente mientras sostenía con una de sus manos una herida que se le había echo en la parte superior de su ceja derecha.

Shirio notó como una vena tras otra se marcaba en la frente del mayor, el enojo estaba brotando en su máxima expresión y dudaba mucho que saliera ilesa. Nadie pronunció nada en lo que para Shirio, fue una eternidad. Estaba atenta ante cualquier movimiento o ataque que viniera de sorpresa, pero simplemente nada llegaba.

Cuando pudo notar un ligero movimiento enfocó su vista en una de las manos del mayor, fue demasiado  tarde cuando comprendió la situación, pronto había perdido el control de su cuerpo y este mismo actuaba como marioneta en un teatro gracias a los hilos que movían sus extremidades.

La movía de un lado a otro, como si volara cual ave en los cielos. Comenzaba a marearce y a ver todo dar vueltas, esto era ridículo y humillante, al intentar moverse fallaba en el intento. Comenzaba a hartarse y su gran boca en estas situaciones no discriminaba o respetaba en lo absoluto.

— ¿¡VAS A MATARME O QUE MIERDA?! — Gritó con furia y frustración.

En tanto la última palabra salio de su boca, los movimientos de aquí allá cesaron dejándola estática en el aire. Doflamingo finalmente había borrado su sonrisa.

— Felicidades, la primera mocosa en años que me saca de quicio — Le dijo en tono áspero y demandante.

La chica fue a para con fuerza en un azotón contra la madera de la cubierta. Sus muñecas, tobillos y cuello sangraban, los hilos amarrados en ellos se incrustaban como dagas cada vez apretando más y más.

Los orbes desconcertados y temerososo de la chica divisamos la alta figura del Shichibukai a unos cuantos metros suya. Estaba serio, atento y expectante, los hilos desaparecieron confundiendo a la chica que con su mirada cuestionaba el porqué.

— 2 opciones — Dijo el rubio — Número uno: Te unes a mi y me sirves con lealtad perdonando tu vida o dos: Peleas en un intento frustrado de salir viva de este barco, cosa que dudo — Finalizó bajando sus dedos.

Shirio lo pensaba detenidamente, ninguna opción era viable ¿Pero que más le quedaba? No estaba en posición de protestar.

— Bien — Habló con dificultad — Hagamos la segunda opción, Joker — Respondió con burla.