Nate
Decir que estoy de los nervios es un eufemismo.
La llegada del segundo partido de la temporada me está dejando severos problemas de sueño. Últimamente, las cosas han estado tensas y extrañas en el campo. No entre nosotros, sino con el entrenador y Jackson.
Y desde que oí a Kyla comentarle al entrenador sobre el nuevo jugador estoy aún más nervioso.
Así que entre todos los jugadores hemos decidido intentar sacarle información a Ivy, la secretaría de la abogada.
Hemos echado a suertes quien sea el afortunado en ir y para mi desgracia me ha tocado a mí. Así que ahora estoy camino las oficinas fiscales, donde observó a la rubia sentada en su mesa leyendo un montón de papeles. Levanta la mirada cuando me encuentro delante de su escritorio y hace una mueca al verme.
—¿Necesitas algo, Davis? —su tono de voz es seco y cortante. «Prefiero a Kyla»—. Si buscas a Kyla, está en una reunión con Jackson y el nuevo chi...—se corta cuando se da cuenta de lo que iba a decir.
—En realidad venía a verte a ti —le digo con mi mejor sonrisa—. ¿Un nuevo chico? Pensaba que era muy tarde para una incorporación.
—Lo siento, Davis, pero no voy a decirte nada —sube sus gafas a su cabeza.
Plan B.
—Venga mujer, soy el capitán. Tengo que saber lo que pasa en el equipo, ¿no?
Parece que va a hablar, pero una voz se adelanta.
Y jodida mierda si conozco esa voz.
—¿Intentando persuadir a mi secretaria? —pillado. Me giro para observarla. «El rojo es mi nuevo color favorito». Lleva una blusa que la hace aún más hermosa—. ¿Y bien?
Niego con la cabeza.
—No solo que... —de perdidos al río—. Quería saber qué es eso del chico nuevo —ella encarna una ceja y suelta una risa sarcástica.
—Te enterarás cuando sea el momento.
—Dime algo, por favor. Estamos todos de los nervios. Es imposible concentrarnos en ganar el próximo partido —dar pena, el plan C.
—Nathaniel, no te lo voy a decir, mucho menos Ivy, así que deja que trabaje en paz —pasa por mi lado—. Vete a entrenar y descansa, mañana nos vamos a Las Vegas temprano —sin dejarme tiempo a replicar, se dirige hacia su despacho.
«Esta mujer es imposible»
Vuelvo a los vestuarios bajo la atenta mirada de los chicos, pero al negar con la cabeza entienden que no ha funcionado. Resignados a no conseguir nada, desvían la mirada y se disponen a hacer otras cosas.
Hunter, en cambio, tiene otros planes.
Es incapaz de tener su puto culo quieto. Sale disparado hacía el despacho de Kyla y no me gusta para nada esta idea. Joder va demasiado rápido. Para cuando consigo llegar, Ivy ha salido disparada por haberlo intentado frenar. Mi amigo, él muy pacífico, abre de un portazo el despacho de mi sexy abogada.
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TIMEOUT
Romance|Libro #1 de la Saga Time| Kyla Jones recién graduada en derecho e hija de un importante fiscal, comienza a trabajar cómo asesora fiscal para el equipo de fútbol americano de San Francisco, dónde conocerá a los chicos que le cambiarán la vida. Una...