|Libro #1 de la Saga Time|
Kyla Jones recién graduada en derecho e hija de un importante fiscal, comienza a trabajar cómo asesora fiscal para el equipo de fútbol americano de San Francisco, dónde conocerá a los chicos que le cambiarán la vida.
Una...
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Nate
Joder.
Jackson está parado en medio del campo, aplaudiendo.
Noto el cuerpo de la abogada tensarse a mi lado. De inmediato, la conversación que tuvimos esa noche en Las Vegas viene a mi mente.
—Jackson —saluda el entrenador confuso—. ¿No estabas en Nueva York?
—Estaba —afirma él—. Pero uno de los patrocinadores me llamo. Es curioso, me pregunto sobre un partido benéfico que organizaba. Y yo sin saber que lo había organizado —dice esto último mirando a la abogada.
—Jackson, puedo explicarlo...—intenta Kyla, pero Jackson la corta.
—Ahora no —niega con la cabeza—. Vosotros —nos señala a los jugadores—. Os acabaréis de haceros fotos con la gente que os ha venido a ver. Mientras, el entrenador y vuestra abogada tendrán una charla conmigo en la sala de reuniones, donde iréis después de que esta gente se vaya —determina.
Se da la vuelta y empieza a andar hacia la sala. El entrenador le sigue con una mirada confusa y Kyla baja la cabeza para irse detrás de ellos. Le doy una sonrisa a boca cerrada cuando dirige una última mirada hacia nosotros, intento darle a entender que todo saldrá bien, pero ni yo lo sé.
—¿Está todo bien, Nathaniel? —cuestiona la enfermera.
Sinceramente, no me acuerdo de su nombre, estaba demasiado ocupado mirando a la abogada llevar la sudadera del equipo.
—No te preocupes, nosotros nos encargamos —ahora mismo solo me importa la abogada.
El campo se despeja media hora más tarde y cumpliendo las órdenes, nos dirigimos a la sala de reuniones ¿Jackson ya habrá matado a Kyla?
—Tampoco tenemos que preocuparnos, la culpa ha sido de vuestra abogada —dice el novato de camino a la sala de juntas.
—Nuestra abogada, de todos —responde Hunter antes de que yo lo haga.
¿Está defendiendo a Kyla? Se encoge de hombros cuando lo miro con una ceja alzada.
—Paso de comerme este marrón —vuelve a hablar—. La idea fue suya, pues que ella cargue con todo.
—Ella nos ha sacado de más de un apuro, no la dejaremos colgada —vuelve a hablar mi amigo—. La idea fue suya, pero nosotros aceptamos —recalca él nosotros—. Somos un equipo. Si quieres formar parte de el ve asumiendo que lo que haga uno, lo hacemos todos.
La está defendiendo, está defendiendo a Kyla.
—Representa que su trabajo consiste en evitar que nos metamos en problemas y solucionarlos. No meternos en más.
¿No puede cerrar la boca?
—No la vamos a dejar tirada —dicta Hall—. No cuando gracias a ella sigo en el equipo. Se la debo, todos lo hacemos ¿O ya ninguno se acuerda del incidente en Las Vegas?
