Semana Infernal

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Kyla

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Kyla

Lunes, tan solo el principio de la semana infernal —como la hemos nombrado— y ya necesito arrancarme la cabeza del cuerpo.

Tan solo quedan cuatro días para el juicio de Hunter y seis para la final. Todo el equipo está sumergido en una a maldita olla a presión, que espero que no estalle en nuestra cara.

Los chicos están muy enfocados en el campo, listos para jugar la final. Mientras, en los despachos, nos dedicamos a redactar informes y buscar soluciones.

—Buenos días a todos —saludo a los chicos nada más llegar—. Estamos en la recta final, así que necesitamos empezar a redactar todas las defensas que podamos. No quiero ser dura, pero nadie puede salir de este despacho hoy hasta que terminemos esto.

—Sí, jefa.

—Idiotas —murmuró con una pequeña sonrisa.

Dejo mis cosas en la mesa y me pongo manos a la obra. No pasa ni una hora, que Ivy asoma la cabeza por la puerta.

—Jackson quiere hablar contigo.

—Avísale que ahora subo.

Asiente y sale de la oficina para cumplir la orden.

—Ahora vuelvo, chicos —asienten sin despegar la vista de sus ordenadores.

Subo dos plantas, hasta llegar al gran despacho de paredes blancas.

—¿Quería verme? —cuestionó a su secretaria

—Adelante, te están esperando.

¿Quién más está ahí? Que no sea mi padre, por favor. Abro la puerta con temor, Jackson está junto al directivo de la junta, mientras que Hunter está sentado en una silla, cabizbajo.

—Gracias por venir, señorita Jones —habla el trajeado.

—Siento si han esperado por mí, no sabía que vendría.

—No te preocupes, ha sido de última hora.

Asiento y tomo lugar al lado de Hunter. Me da una mirada nerviosa mientras se remueve en su silla.

—La junta ha decidido que, si sales impune del juicio, puedes jugar la Superbowl.

Hunter abre los ojos de par en par.

—¿En serio?

—No bromeo con el trabajo, señor King.

—Gracias —suspira, mirando hacia el techo.

—De nada —responde con un asentimiento—. ¿Puedo hablar con usted?

Se dirige a Jackson.

—Por supuesto —nos mira—. Hablad con el entrenador.

Bajamos casi corriendo al campo, donde los chicos están trabajando.

—¿Por qué mi abogada parece un bulldog? —Jonh frunce el ceño al vernos llegar.

TIMEOUTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora