|Libro #1 de la Saga Time|
Kyla Jones recién graduada en derecho e hija de un importante fiscal, comienza a trabajar cómo asesora fiscal para el equipo de fútbol americano de San Francisco, dónde conocerá a los chicos que le cambiarán la vida.
Una...
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Kyla
La investigación para el caso de Hunter no sería posible sin un equipo, se necesitaba varias manos para poder llevar el caso lo mejor posible. Debía asegurarme que en el caso de que yo no lo defendiera, estaría en buenas manos.
Estamos reunidos en el depsacho, donde habíamos instalado una mini oficina con ordenadores y pizarras para poder trabajar con comodidad.
Dicho equipo estaba compuesto por Alexandra, especialista en casos de acoso. Silvia, psicóloga penal. Nicolas, un hacker de primera clase y Thomas, el amigo de mi hermano y abogado.
Este ultimo trabajaba en la fiscalía junto a Keith. Al principio estuve recelosa con que mi hermano contactara con Thomas para que me ayudara —aun lo estoy—. No estoy segura que sea la mejor idea.
Thomas y Kieth habían sido amigos desde la infancia así que prácticamente el convivio con nosotros con normalidad.
Hasta un verano que pasamos en el apartamento de la playa.
Mis gemelos y yo decidimos ir a tomar algo al club de la playa después de cenar, dando la casualidad que Keith y Thomas habían tenido la misma idea. Sin darme cuenta Thomas y yo nos estamos enrollando en el lavabo del club.
Le hice jurar a Thomas que eso se quedaba ahí y que mis hermano no iban a enterarse. Pero a veces se colaba en mi habitación cuando mis hermanos ya estaba completamente dormido.
Perdimos el contacto cuando él se graduó y decidió hacer su master en Londres.
Inevitablemente pienso en el quarterback. Se perfectamente que su amiga fue con claras intenciones a fastidiarme insinuando que se había follado a Nate. Pero no puedo evitar cabrearme al pensar que me dejó plantada en nuestra cita por ella, aunque me jure que no hicieron nada y sea consciente que era una emergencia familiar.
Lo único que necesito es centrarme en Hunter y su caso.
—Gracias por venir, chicos. Si habéis leído el informe que os envié, veréis que el caso es complicado —proyectó el expediente—. No tienen muchas pruebas, pero sí las suficientes para meter al jugaor King en la cárcel. Así que tenemos que empezar a investigar el día de los hechos.
—¿Qué quieres que miremos primero?
Alexandra levanta su mirada del portátil.
—¿Quieres que revisemos las cámaras del club? —propone Thomas, leyéndome la mente.
—Justamente quiero que empecéis por ahí. Después podemos empezar a hablar con los camareros y los de seguridad del bar o de alrededores para ver si alguien vio algo.
—Manos a la obra.
Nicolas saca su portátil y empieza a hacer su magia.
