|Libro #1 de la Saga Time|
Kyla Jones recién graduada en derecho e hija de un importante fiscal, comienza a trabajar cómo asesora fiscal para el equipo de fútbol americano de San Francisco, dónde conocerá a los chicos que le cambiarán la vida.
Una...
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Nate
—Eh capitán, reacciona —recibo el balonazo en el estómago de parte de Morgan—. Estás muy distraído hoy ¿Estás bien?
—Si, tranquilo —asiento repetidas veces con mi cabeza, restándole importancia.
—No mientas, está empanado pensando en la abogada.
Hunter llega a nuestro lado. Los chicos se ríen.
Pero no es de esa manera en la que pienso en la abogada. Al menos no hoy. Se pocas cosas de ella, pero la relación con su padre no es muy buena. Me es inevitable pensar en que estará pasando en ese maldito despacho.
¿Estará bien, no?
—No seáis imbéciles —le devuelvo el balón a Morgan, ignorando los comentarios a mi alrededor—. Ahora a entrenar.
Todos responden con un "si capitán" y se colocan en su posición, menos Hunter.
—A mí no me engañas —dice cuando pasa por mi lado—. Deja de pensar en ella y concéntrate en el entrenamiento ¿si? Luego podrás verla y hablar con ella con calma —me tranquiliza.
Y una mierda. Había actuado de mañanera extraña ante mi cercanía, esta mañana. Má de lo normal. No es la primera vez que nos acercamos tanto asi que no lo comprendo.
—Maldita sea, Davis —el entrenador grita desde la grada—. Concentrate.
No empezamos con buen pie la temporada y como capitán tengo que encargarme que eso no se vuelva a repetir.
—Nate, hijo¿Estás bien? —John se cerca cuando acabamos la jugada—. Te he notado distraído ultimamente. Sabes que cualquier cosa estoy aquí para hablar ¿Verdad? —me da un apretón en el hombro.
—Si, entrenador. Solo que no he descansado muy bien. los nervios por el partido contra los Browns me tiene mal.
Tampoco estoy mintiendo, solo omito algunas partes.
—Está bien —asiente no muy convencido—. Pero no te machaques mucho, los entrenamientos están yendo de maravilla. Además, Hall ya va a poder jugar en este partido, así que los machacaremos.
—Si, señor.
Asiente una última vez, dando por zanjada la conversación. Voy hacia el vestuario al observar que los demás ya estan ahi.
Necesito una ducha bien fría, para despejar mi mente.
Luego iré a hablar con Kyla e intentaré aclarar todo con ella, no quiero tener una situación incómoda con ella. No después de lo que me ha costado atreverme a besarla.
En los vestuarios los ánimos vuelven a estar de puta madre, la noticia de Owen nos ha devuelto la alegría. El pobre había estado un poco apagado estas últimas semanas, pero ahora todo vuelve a la normalidad.
