Kyla
Observo a los chicos correr alrededor del campo, desde las gradas, con mis gafas de sol y mi vaso de café. Necesito un poco de vitamina D en mi cuerpo, después de pasar toda la mañana encerrada en las cuatro paredes de mi oficina. El entrenador grita y hace sonar su silbato para que mantengan el ritmo.
Con un suspiro, miro el reloj de mi muñeca. Las tres menos cuarto de la tarde. Debo volver a la oficina o no voy a acabar nunca. Bajo las gradas, mientras ondeo mi mano suavemente hacia el entrenador, despidiéndome. Me devuelve el saludo con una sonrisa.
—Tengamos una cita.
La voz de Nate resuena en el pasillo, frenando mi camino. Me giro para encararlo, está sudado, pero aun así sigue siendo muy atractivo.
—¿Es una petición o una orden? —levanto mi ceja.
—Depende. Soy capaz de secuestrarte, sé dónde vives.
Intenta sonar serio e incluso diría que un poco tenebroso, lo cual hace inevitable que suelte una risa.
—Está bien.
—Vamos Kyla, dame esta tregua...—se detiene y amplía su sonrisa—. Has dicho que sí. No te vas a arrepentir, te lo prometo. Nos vemos en la hamburguesería de siempre a las ocho, cuando salgas de la oficina.
—¿Cómo sabes mis horarios?
—Contactos —se encoge de hombros—. Nos vemos esta noche —en un abrir y cerrar de ojos me da un beso casto en los labios—. Para poder aguantar hasta la noche.
Este chico va a volverme loca.
No paro de mirar el reloj durante toda la tarde, constantemente. Ha sido el día más eterno de mi vida. No puedo evitar sentirme nerviosa.
Me apresuro a llegar a mi apartamento para darme una ducha rápida. Son las ocho y diez. Espero que no lleve mucho tiempo esperándome, pero no iba a parecer con una blusa y unos tejanos simples. Me enfundo unos pantalones negros de cuero y una blusa blanca.
—Buenas noches —saluda la camarera al ingresar al local—. ¿Tenía reserva?
—Sí. Supongo que está a nombre de Davis.
—Sí —afirma leyendo su cuaderno—. Acompáñeme, aún no ha llegado su acompañante.
¿No? Al final he sido la primera.
—¿Quiere algo de beber? —ofrece cuando me muestra la mesa.
—No, gracias.
Se retira con una sonrisa amable en su cara.
Las nueve.
A lo mejor han salido más tarde de entrenar.
Las nueve y media.
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TIMEOUT
Romance|Libro #1 de la Saga Time| Kyla Jones recién graduada en derecho e hija de un importante fiscal, comienza a trabajar cómo asesora fiscal para el equipo de fútbol americano de San Francisco, dónde conocerá a los chicos que le cambiarán la vida. Una...