El frío de la mañana no significaba nada, mi corazón aún seguía cálido.
-Hola, Katie... hoy es un buen día.
Estoy enamorada de la forma más absurda posible y no puedo detenerlo. Cuando pienso en él siento el calor y la ternura que dejó mientras lo abrazaba.
Él no está más aquí pero nada borrará lo que sentí hace unas horas.
Ese hombre me tiene mal... Ayuda.
Las vacaciones terminaron y yo volví a la normalidad, escuela, trabajo, amigos y Levi.
Me gustaba observarlo desde el segundo piso mientras él regaba los jardines de la escuela, me gustaba cruzarme con él en los pasillos y me gustaba sentir la emoción por cada día con la ilusión de que volviese a estar junto a él como esa noche.
-¡Mikasa!
-¿Ah?
-Despierta, tenemos que organizarnos para el festival.
-Oh sí... ¿Qué me toca?
Annie y Bertolt compartieron miradas cómplices para luego soltarlo.
-Ya que eres la más mona de los tres, te toca ser mesera. Ya te postulamos nosotros ayudaremos en la cocina.
-Oh bien, sin problemas.
Sí, claro... estaba bien antes de saber que el tema era neko maid.
Diosito... soy yo de nuevo...
-Pero si te ves muy linda.
-Annie tiene razón, serías mi tipo.
-Que graciosos, debieron decirme eso desde el principio.
-Ya, ya... será divertido.
-Uff no puedo creerlo.
-¿Quieres que te acompañe a cambiarte?
-Por favor, no me lo puedo quitar sola.
-Bien. Oye, nos vemos mañana.
-Okay. Nos vemos.
Él se fue y nos dejó a ambas tratando de quitarme todo el conjunto.
-Me alegra que hayas aceptado, yo no podría con la vergüenza.
-Sí, claro...
-Aproveche el bug.
-¿Eh?
-Estabas muy distraída, me gustaría saber porque. Siempre que estás en ese estado, tus mejillas se ponen rojas y tus ojos brillan más.
-Oh...
-Llevamos tiempo conociéndonos pero definitivamente no sé como interpretar tus reacciones, es divertido observarte.
-No es nada importante...
-Mikasa... sólo hablo de tus reacciones, en realidad sé que miras algo o alguien.
Yo tampoco sabía leer sus reacciones, no encontraba un nombre para el gesto que tenía.
-Mikasa... ¿Te gusta alguien?
-Eh... yo...
Annie... mi amiga...
-¿Es difícil tu enamoramiento?
-Sí...
Baje mis defensas, como sea ella parece saber más de lo que creo.
-Oh...
-Buenas tardes, señoritas. Es hora de limpiar. ¿Podrían salir?
-Sí, ya vamos.
-P-perdón.
Él volvió a cerrar la puerta y lo siguiente que vi fue a Annie acercándose.
-Ahí está de nuevo... ese brillo.
-¿Eh?
-Shhh nos puede escuchar.
-Qué... Annie...
-Te gusta él. ¿No es así? - susurraba- es él a quien buscas todo el tiempo. Tenía mis sospechas pero dime... ¿Es cierto?
¿Mentirle a Annie? Ella es demasiado astuta en realidad. No ganó nada ocultandolo más pero podría perder.
-Mikasa... ven.
Tomó mi mano y salimos del aula. Levi estaba en el pasillo con sus herramientas. No nos prestó mayor atención.
Annie no decía nada, seguía caminando con su mano aferrada a la mía como si no quisiera dejar que huyera.
-Este es un buen lugar.
Nos sentamos en una banca del centro, se alejo por unos minutos y a su regreso me ofreció una bebida.
