El tiempo pasó demasiado rápido, la herida sanó lentamente hasta que lo acepté.
El lugar donde trabajaba cerró, no supe más de ellos al parecer la investigación fue cerrada pero no se encontraron culpables, sólo hay espacio para hacerse mil paranoias pero no me corresponde.
Actualmente estoy desempleada pero mis ahorros pueden cubrir el siguiente mes de renta.
-Te ves mejor.
-Ya estoy bien.
Caminaba cerca de él hasta que el camino se dividía, yo subía las escaleras y él se quedaba atrás.
Son escasos los momentos pero me sigue haciendo saber que está ahí, que cuida mis pasos y no somos ajenos.
-Estás muy sonriente hoy.
-Lo vi.
-Todos los días lo ves... ¿Qué lo hizo especial?
-Hablamos, me dijo que me veía mejor.
-Es que le gustas, joder. Tú le gustas.
-Sí, como si eso fuera seguro...
-Si fuera una certeza... ¿Qué harías?
-Lo besaría.
-¿Enserio?
-Sí.
-Lo dices tan segura pero ni siquiera lo has hecho.
-Él podría ser el primero claro.
-Entonces si averiguo que le gustas... ¿Lo besas?
-Claro que sí - me reí.
-¡Bien! - se levantó con las manos en la cintura y se fue.
-Oye espera. ¿Qué crees que haces?
-Te doy una ayudadita.
Tuve que correr detrás de ella que amenazaba con mi total vergüenza. Espero que no se lo encuentre.
-Buenos días, disculpe.
-Buen día. ¿Sucede algo?
-Sólo necesito hablar con usted de algo de suma importancia.
No puede ser. Levi me miró cuando aparecí en la desastrosa escena corriendo detrás.
Debo hacer algo pronto...
Me deje caer, fingiendo que resbalaba.
-Mikasa...
Levi fue directo a mí para levantar mi torpe cuerpo.
-Ouch...
-Mikasa tu rodilla está sangrando.
Me llevó a enfermería y Hitch tuvo que volver a clases para explicar la situación tras sonar la campana de entrada.
-No puedes correr por los pasillos, tienes suerte de que nadie vio o estarías en problemas.
-Lo siento.
-¿A dónde ibas con tanta urgencia?
A salvar mi dignidad. ¿A dónde más?
-A ningún lado, yo...
-Ya eres suficientemente grande para estar jugando eso con tu amiga.
-¿Eh?
¿A qué se refiere? Hitch no le dijo o sí...
-Jugar a atrapadas o como se llame.
-Ah eso... sí, ya no lo haré.
-Creo que ya estás mejor, vuelve a tu clase.
-Gracias por ayudarme... otra vez.
-Siempre estás en medio de problemas, debo estar atento a cualquier cosa.
Su mano fue hasta mi cabeza y revolvió un poco mi cabello.
Cuando él me toca... yo me siento muy bien. Quisiera poder quedarme con él un poco más y las cosas avanzarán.
Si tan sólo... tuviera la valentía o el descaro de hacerlo.
Quiero besarlo...
-¿Qué pasa?
Me sorprende mientras lo sigo viendo perdida en mis pensamientos.
-Nada... eres muy atractivo.
Me levante de la cama de un saltó y salí corriendo, al llegar a la puerta, él me miraba confundido y todo lo que pude hacer fue sonreír y desaparecer.
Estoy mal... pero Hitch tiene razón, necesito hacer algo para alcanzarlo.
Lo haré de manera sutil hasta que se de cuenta de lo que siento.
Quiero que él venga a mí para saber si tengo una oportunidad o debo ocultarlo.
Al terminar las clases, Hitch y yo caminamos juntas de vuelta.
Ella me mira y dice...
-No descubrí nada que no supiera antes. A él le importas y te ve más que a una simple estudiante. Que extraña relación...
-Eso no me dice nada.
-Bueno, es un buen comienzo.
-Entonces ha tardado... desde que entre a esta escuela yo lo he querido.
-Ya veo...
Ella pone sus manos en mis hombros y baja la mirada.
-¿Lo dices enserio?
-Sí.
-Está bien... supongo.
Ella permanece inmóvil ahí hasta que me devuelve la mirada sólo para despedirse de mí.
-Hasta mañana, Mikasa.
-Hasta mañana.
¿Qué ha sido eso?
