Capítulo 16 | 326 Días Antes

397 85 13
                                    

El reloj en la pared de mi trabajo me miraba con burla, quería irme cuanto antes a casa pero todavía tenía un par de horas a pesar de ser uno de los días más tranquilos.

-¿Te encuentras bien?
-Por supuesto.
-Pareces distraída, cuéntame.
-No es nada, sólo tuve un día pesado en la escuela.
-Prepárate un café o un frappe, algo con mucha azúcar. Te animará.
-Gracias.

Mi compañera sonrió y continuó sus tareas. Le tomé la palabra de prepararme una bebida, pocas veces tenemos esa oportunidad.

La bebida estaba bien pero mi mente no, seguía echa un lío, sigo pensando en él y me siento extraña.

-Ah no puede ser - me puse el vaso frío sobre la mejilla.
-Haces cosas muy raras.
-Perdón.
-Me da curiosidad simplemente.
-Hay alguien que me gusta pero...
-Siempre hay un pero. ¿Acaso tiene novia? ¿Vive lejos?
-No y en realidad lo veo todos los días.
-¿Cuál es el problema?
-Yo... está mal pensar en él de forma...
-¿Acaso sueñas con besarlo? - se rió- todo eso es normal cuando te gusta mucho alguien.
-Mi consciencia se queda más tranquila.
-Espero que sí. Pobrecita recién te pega el amor de juventud.
-Hablas como una anciana.
-¡Oye!
-Perdón, perdón - me reí.
-Se le dice experiencia y apenas tengo 26 años.
-¿Mucha experiencia?
-La necesaria. Tú pregúntame lo que quieras, puedo ofrecerte mi sabiduría.
-¿Ah sí?
-Yep yep. Aunque tiene un costo.
-¿Cuál?
-Un sorbito.

Ella no dijo otra cosa simplemente comenzó a beber de mi bebida.

-Uy, Mika sí que tomas cosas dulces.
-Quizá me pase un poquito con el caramelo.

Conforme mi cuerpo recibía la mezcla explosiva me volví más inquieta y para calmarme me puse a hacer la limpieza con rapidez.

-Mika es todo por hoy. Ya trabajaste mucho.
-Aún puedo...
-A tu casa, ve con cuidado.
-Bueno... hasta mañana.

Al llegar a casa mi energía desapareció y me quedé tirada en la cama con el uniforme de mi trabajo puesto. Sólo quería descansar y olvidarme de Levi pero mi mente sólo jugaba en contra y me sumergía en el recuerdo de su pecho desnudo y su voz.

-Esto... es deseo. No puede estar bien que piense en él de esa manera, mis sentimientos ni siquiera han sido correspondidos y seguramente no lo serán.

Se tornó en una amarga noche cuando recordé que en estos momentos él debería estar en su cita con esa fea mujer, deben estar charlando, riendo y todo eso que hacen las parejas, en cambio yo me quedo tirada en la cama y sin ganas de nada.

-Si tan sólo fuera adulta...

No sabía que mis amargas noches comenzarían, al notar la indiferencia de quien amo en secreto contra mí. Antes solía acariciarme su cálida amabilidad pero ahora es más difícil verlo o dirigirle el saludo al menos.

Estaba conforme con eso pero ahora no tengo nada.

Todo comenzó a ir mal, incluso mis rosas en el jardín comenzaron a perecer por lo que tenía que ir constantemente a los jardines para revisar que todo estuviera en orden, en unas cuantas semanas comenzarían las evaluaciones.

-Mikasa otra vez aquí.
-Sí, sólo vine a...
-Ya voy a cerrar, tengo que dar clase en unos minutos.
-Oh sí, disculpe.

Parece que aún no supera que su cita haya ido mal, como si fuera mi culpa.

Debería darme las gracias de dejarle ver a mi marido.

Ella me corrió discretamente y sólo me dirigí a la cafetería para encontrar a mis amigos, al menos ellos sí me quieren.

-¿Por qué esa cara?
-Me corrieron, no pude regar mis rosas.
-¿Sigue con esa actitud?
-Deberíamos reportarla.
-No tengo más pruebas que mi palabra, es absurdo.
-Yo sigo pensando que ya saben quien la rechazó. Que bueno que se dio cuenta solo.
-Alégrate, Mikasa. Al menos ya no es un obstáculo.
-Uff en realidad pareciera que también está enojado conmigo. No sé que le hice pero está raro desde entonces.
-Quizá le molesto que fueras la chica de los recados y lo emparejaras con esa odiosa.
-Puede ser pero... Ahh yo no tuve la culpa.
-Ya se le pasará.
-Ojalá... ya no aguanto esto.





Ignorando lo que realmente pasó, la tercera en discordia era la chica del recado. Levi se sentía engañado por ella, después de esperar en vano la llegada de quien dejó la nota, ni siquiera estaba seguro si sería correcto verla en otras circunstancias pero aquello golpeaba directo en su curiosidad y un extraño sentimiento.

Al mismo tiempo caía en cuenta de lo estúpido que era por tomar enserio a una niña. Estaba consiente que avanzar en su relación con ella sólo le causaría problemas innecesarios desde su perspectiva.

Y la verdadera autora del recado había tomado cierto enojo por la chica, al ser rechazada e incluso ignorada por él. Su mente juiciosa inmediatamente determinó que la chica se había burlado de ella, despertando su lado más oscuro.

Es tan sencillo meterse en aprietos pero cada uno tiene sólo una verdad a medias y las consecuencias recién comienzan.

CRUSH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora