Capítulo 21 | 273 Días Antes

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En días de verano busqué mi amor con más fuerza pero los días pasaron y no tuve éxito, vivíamos vidas demasiado diferentes como para coincidir y al calor del momento surgiera algo que recordara por siempre.

Para Bertolt al menos fue bien, fue contratado y la ve al cambiar de turno. Platican un poco y luego ambos se separan. Debe ser genial ver a la persona que te gusta todos los días.

Levi sólo viene tres veces por semana pero no tenemos mayor comunicación, no puedo hablarle durante mi jornada y él parece estar ocupado con sus cosas.

No tiene idea de que lo miro desde el mostrador y cada movimiento suyo me eriza la piel.

-Te gusta mucho. ¿No?
-Sí.
-Eres demasiado transparente.
-No quise decir...
-Ya lo sabía. No está mal que te guste pero podría darse cuenta entonces te meterías en un problema.

¿A Levi le molestara que lo observe? ¿Se ha dado cuenta acaso?

Quiero que terminen las vacaciones y nos veamos de nuevo, que alguna cosa haga cruzar nuestros caminos y me mire.

-¿Cuántos años te lleva?
-Al menos 10 años.
-Oh...

Ella me miró preocupada, siempre es alegre siempre se emociona conmigo pero de algún modo mi respuesta no le hizo bien.

Sabía que no podía esperar a que todos aprobaran esto pero...

-Mikasa.
-Mamá...
-Vine de visita, ya que no aceptaste salir conmigo.
-Señora gustó de verla de nuevo. Por favor deberían tomarse un momento. Yo atiendo.

Tomamos una mesa como clientes y ella nos llevó bebidas.

Mi madre comenzó a preguntarme cosas y aunque me alegraba verla de algún modo lo que había pasado antes me había dejado pensando.

Mi madre... ella es comprensiva pero seguramente no se tomará enserio la verdad detrás de quien me gusta.

Seguramente ella espera un chico de mi edad, no a un hombre. ¿Cuál sería su reacción?

-Uff tus vacaciones casi terminan y te la pasaste trabajando.
-Salí con mis amigos un par de veces.
-Estoy un poco celosa.
-Pero hoy estoy contigo. Gracias por venir.
-Te extrañaba, hija. Admito que en parte era para saber si todo iba bien.
-Todo está bien y también te he extrañado. Pero ¿Qué hay de ti?
-Uff trabajo como siempre, sabes he tenido que lidiar con bastantes divorcios últimamente.

Mi mamá aún conserva su anillo de bodas, cuando papá falleció se derrumbó pero ambas nos teníamos para ser fuertes. Sin embargo, ella nunca dejó de amarlo y la única forma en que vuelva a casarse sería si existe otra vida donde se reencuentre con él.

Volví al trabajo cuando ella se fue, dijo que volvería al terminar mi turno para llevarme a casa.

Fue así sin duda, sin embargo mientras conducía a mi apartamento lo que dijo me hizo quedarme estática.

-No te lo imaginas una cuadra después tuve un problema con el neumático pero un joven me ayudó, fue muy amable. Le pregunté su nombre pero ya olvidé... comenzaba con L.

Mi madre y el amor de mi vida se conocieron probablemente.

-A propósito dijo que trabajaba en tu escuela. Dijo que eras buena estudiante cuando le pregunté si te conocía. Que pequeño es el mundo. ¿No?
-Sí, bastante.

No hay duda se topo con Levi.

-¿Sí lo conoces?
-Sí. Es el conserje de mi escuela.
-¿Conserje?
-Sí. ¿Pasa algo?
-Oh ya, no es nada. Me pareció una buena persona. Le pedí que te cuidara.
-Mamá... claro que puedo cuidarme sola.
-Perdón, salió el tema y no evite pedirle eso.
-¿Cuánto hablaste con él?
-No quería dejarlo solo arreglando mi neumático así que me quedé haciéndole la platica. Cuando dijo que te conocía no evite sentirme alarmada así que quise conocerlo más.
-¿No dijiste que te pareció buena persona?
-Es alguien mayor que nunca había visto así que siempre debo tomar mis medidas y saber.
-Levi es una buena persona, me ayudó algunas veces y es muy comprometido con su trabajo.
-Sí, eso parece.

Llegamos a mi departamento y ella se quito los tacones de inmediato.

-Uff estoy muerta tomare un baño y dormiré.
-Quédate en mi cama.
-No, dormiremos juntas.
-Oh vale.
-Katie ha pasado mucho tiempo. ¿Mikasa se ha portado bien?
-Por supuesto.
-Uhmm Mikasa le has estado dejando más comida de lo habitual. ¿No?
-No, sólo las porciones de siempre.
-Se ha puesto gordita. Mañana iremos al veterinario.
-¿Crees que esté enferma?
-No, es algo más pero por hoy descansemos.

Ella se quedó dormida de inmediato, mi madre y su pesado sueño.

-Buenas noches, Katie. ¿Te has sentido mal?

Ella también se tumbo en su cama. Me dejaron sola.

A la mañana siguiente fuimos al veterinario sólo para confirmar las sospechas de mi madre.

-Su gata está preñada.
-¿Qué?
-Katie... tú...

Eso sí que fue una sorpresa.

-¿Quién fue?
-No lo sé, Katie siempre fue reservada.
-Bueno, más importante... ¿Qué haremos?
-Primero cuidarla, segundo... esperar a que nazcan.
-Tendremos que buscarles hogares.
-Uff mamá nunca imagine que estuviera embarazada. Estoy sorprendida todavía.
-Tranquila. Katie lo hará bien.

Ella movía la cola mientras la llevaba en mis brazos de vuelta al auto.

-Si que lo tenías escondido. ¿Estás emocionada?
-Mikasa... no me des esa sorpresa tú también.
-¡Mamá!
-Bromeó pero creo que deberíamos sentarnos a conversar un rato sobre eso.
-Uff no, otra vez.
-Vamos, vamos.

Y así mi madre me habló de sexo por segunda vez en mi vida. No es como que no le tenga confianza pero no es del todo sencillo.

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