Capítulo 7 | 468 Días Antes

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¿Cuántas veces pasamos por desapercibidas a infinidad de personas? ¿Cuántas veces un momento marca un evento futuro?

No tengo idea pero creo en la causalidad de las cosas.

-Ah chica al fin te alcanzo.
-¿En qué puedo ayudarte?
-¿No me recuerdas?
-Uhmm no, lo siento.
-Estabas con tu... amigo en el café, yo los atendí ese día.
-Oh ya recuerdo... uhmm ¿Y bien?
-No me lo tomes a mal, yo escuche un poco de su conversación y me preguntaba si tal vez... sigues buscando trabajo, si es así, bueno en el café estamos cortos de personal así que... ¿Por qué no te das una vuelta por el lugar?
-Oh gracias por tomarte la molestia.

No podía rechazarla directamente pero tampoco aceptarla.

-Por nada, no olvides venir. Bye.

Me encontré a la chica cerca del centro, me quedé parada hasta que se fuera, en realidad ya tenía empleo y bastante tiempo espere para que me llamaran.

-Uff de todas formas no podría traicionar a Sasha.

Seguí caminando hacia el lugar de comida rápida al que metí mi solicitud. Es mi primer día y mi primer paso a ser un poco más independiente en mi nueva etapa.

4 horas agotadoras después...

Ciertamente no es lo mismo, pero sobreviví al primer día.

¿Quién lo diría? Sólo fue un día y al siguiente adiós.

El gerente me llamó a su oficina y me dijo que estaba despedida, intenté pedir explicación pero me corrió enseguida y tuve mi respuesta a pasos de la salida.

-Eres una molestia, primero fastidiando mi noviazgo y ahora intentas pedir caridad de mi familia. De ninguna manera.

Yo cómo sabría que el gerente es familia de esa chica. No se parecen en nada, Dios mío.

De cualquier forma... supongo que haber sido humillada tantas veces en el pasado me ha hecho ver esto con más normalidad, una absurda normalidad.

-Uff mi vida es una tortura pero... pero... Lo conocí a él, no importa el pasado.

Me di dos ligeras cachetadas para despertar y tomé el metro para refugiarme en Sasha.

De camino al café de su padre intente llamarla pero no respondió, sólo me mandaba a buzón.

Deben estar completamente ocupados... El lugar solía llenarse a tope desde jueves.

-Uff que recuerdos...

Al llegar no fallé, la fila estaba incluso por fuera.

-Hey tome su lugar en la fila.

Rayos... olvidé que ya no soy empleada.

-¿Mikasa?
-¡Sí!
-Entra, entra...

No era lo que esperaba pero ya que estaba aquí... Sasha me puso el delantal, ni siquiera pude negarme o decir algo, ya estaba tomando las ordenes.

Lo recuerdo al pie de la letra, cada receta, la forma en que debo atender, el sitio exacto de los ingredientes. No me olvidaría de mi segundo hogar jamás.

-Uff al fin se terminó el día, gracias. De no ser por ti me hubiera vuelto loca.
-Me lo imagino. Suerte que me tienes.
-Te pagaré el día.
-Una tasa de té estará perfecta.
-¿Té?
-Sí...
-Solías beber frappe siempre.
-Bueno, he crecido.
-Ay mi pequeña Mikasa, no puedo creerlo. Te prepararé uno enseguida.

Ella volvió con dos tazas humeantes al poco rato.

-Huele bien.
-No se me da tan bien pero pruébalo.
-Gracias.
-Y bueno, Mikasa... ¿Qué te trajo por aquí?
-Oh ya sabes... quería hablar contigo...
-Cierto, quedo pendiente nuestra charla.
-Oh eso...
-¿Qué te avergüenza tanto que no me ves a los ojos?
-Yo... verás...
-Ese chico es muy especial. ¿No?
-Demasiado... siento que el suelo es algodón cuando estoy cerca de él, estoy tan feliz.
-¿Y quién es? ¿Tienes una foto?
-No, no es tan fácil.
-Uhmm bueno, cuéntame más.
-Es como idol, su cara es tan preciosa y su voz te derrite. Es fuerte, muy fuerte pero es amable y atento. No me cansaría nunca de mirarlo.
-Dijiste que es mayor. ¿Verdad?
-Uhmm sí.
-Bueno, deberías confesarte antes de que se vaya.
-¿Eh? ¿Cómo?
-Sí, debes aprovechar cada minuto que resta para confesarte... puede trascender si lo intentas muy fuerte.
-Suena genial pero...
-Mikasa... no me digas que ese chico ya está con alguien.
-¿Qué? Para nada... yo no sé en realidad.
-Hablas mucho de él pero no conoces esos datos importantes. ¿Cómo así? - me miró preocupada - ¿No recuerdas aquel incidente?
-No, no, no eso no es ni parecido. Además, no me lo recuerdes que hoy precisamente me despidieron de mi empleo... esa chica era familia del gerente me vio trabajando en el lugar y le bastaron un par de minutos para hacer que me echaran y todavía tuvo el cinismo de pararse frente a mí en la salida para recordarme que me detesta. Dios mío... ¿Qué hice?
-Ya veo, que grosero ser humano pero no te preocupes puedes buscar otro empleo.
-Oh sobre eso... me dieron una oferta de trabajo pero...
-Mikasa sé que necesitas el empleo, no voy a detenerte... soy una adulta después de todo así que olvida lo de lealtad, yo sé que nunca revelarías nuestras recetas, toma el empleo que mejor te parezca.
-¿De verdad?
-Por supuesto, sólo no olvides venir de visita y más temprano... mira la hora.
-Tienes razón, debo correr.
-Te llevo a la estación.

De camino no volvimos a hablar, nos dedicamos a cantar hasta que llegamos. Ella se fue con una sonrisa y yo un mejor ánimo.

Mi mejor amiga siempre me entiende.

-¿Eh? Está lloviendo... oh no, el uniforme de Levi debí entregarlo hace dos días pero la mancha no salía y ahora esto.

Hice un esfuerzo sobre humano, corrí como una loca hasta mi departamento para recoger la ropa del balcón.

-Dios mío, Dios mío.

Tome la ropa y me quede más tranquila al comprobar que no terminó empapada de nuevo.

-Hola, Katie... te alegra tenerme de vuelta, sí yo también te extrañé.

Recibí un mensaje de texto.

Espero que la próxima vez que vengas sea en un cita con tu enamorado. Gracias por ayudarnos hoy, te deposité en tu cuenta. Buenas noches.

La próxima vez... eso va a tardar un poco más.

Abracé el uniforme sobre mi pecho una vez más antes de plancharlo.

¿No le importará si pongo un poco de mi perfume o sí?

3 minutos después...

-¿Por qué no me detuviste, Katie? - lloraba lágrimas de sangre - ahora el uniforme huele demasiado a perfume, me va a matar, que vergüenza.

Al día siguiente...

-Vaya realmente recupere mi uniforme.
-Sí... yo... bueno, aquí tienes, yo ya me voy.
-Espera.
-¿Sí?
-¿Estás nerviosa por algo?
-No, como crees.. no creas nada... ay que cosas.
-Si tú lo dices... hoy usas mucho perfume. ¿No? ¿Verás a tu novio?

No es mi novio pero lo estoy viendo justo ahora.

-Nada de eso, es sólo que es mi favorito.
-No abuses, niña. Vas a marear a alguien.
-Sí, claro.
-No te ofendas, es buena fragancia no necesitas excesos.
-Gracias.

Metí la pata... Dios ayúdame.

-Deberías ir a tus clases, gracias por lavarlo.
-Sí, nos vemos.

¿Cuándo lo volveré a ver? Probablemente hasta que el perfume se borre. Buscar un pretexto o una simple coincidencia para una inexperta es un muy alto escalón.

-Mikasa vamos a clase.
-Sí.
-¿Por qué la cara larga?
-Nada, nada...
-¿Problemas con tu amor?
-Sí algo así...
-Bueno, en el club lo arreglamos.

No sé si me dan ánimos o más bien aumentan mi preocupación. Si ellos se enteran que mi corazón late así de fuerte por ese hombre... ¿Me aceptarían igual?

Oh Levi... está haciendo trabajos de jardinería, desde este piso puedo verlo tan bien. ¿Por qué hace tanto calor?

-Señorita Ackerman, pase a resolver el ejercicio.
-Sí, voy...

Rayos... no puedo perder el suelo.

-Bien hecho pero mantenga los ojos al frente.
-Disculpe.

No es un problema resolver estas ecuaciones, mi problema es como llegar al corazón de él sin morir en el intento. ¿Dónde aprendo eso?

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