Antes de la evaluación del producto de ciencias, cambie de lugar mi maceta de rosas pues era más seguro dejarla en el club que en jardinería. De una u otra manera sentía una mala vibra.
Nuevamente iniciarían vacaciones lo que significaba que dejaría de ver a Levi otra vez.
Al día siguiente, todos estaban de un lado para otro era la ceremonia de graduación, no debería estar aquí pero no podía dejar pasar el último día sin despedirme de él antes de iniciar una larga temporada.
Llevaba el uniforme para camuflajearme con algunos alumnos que estaban por alguna participación en la ceremonia, tuve que ayudar incluso para no levantar sospechas aunque nadie sabía quién era yo.
Las personas comenzaron a llegar y tomaron sus asientos, la ceremonia comenzó minutos después y desde un rincón observaba todo.
En un año, estaré en esa misma posición y todo terminará. Comenzaré de nuevo en otro lugar y no lo veré más. Me iré sin haberle dicho lo que siento.
¿Acaso cambiaría algo?
El tiempo pasa tan rápido que seguramente en un abrir y cerrar de ojos estaré sentada en ese sitio para nunca regresar.
Los aplausos me despertaron, tras unos minutos el cansancio me había golpeado.
Camine por los jardines y cuando no había más personas alrededor volví a entrar y espere paciente en las últimas filas del auditorio.
¿Levi debería venir... no es así?
Entró como si nada con sus cosas y comenzó a retirar los adornos. No ha notado que estoy aquí aún.
¿De verdad mi presencia es tan débil?
Él salió del auditorio con los adornos puestos en cajas.
-¡¿Es enserio?!
Estuve como veinte minutos aquí y no me notó. No puede ser.
-Pero tampoco tengo un pretexto para acercarme. Está ocupado de todas formas... ¿Qué quería lograr viniendo?
Me recosté en los asientos y me puse a pensar en buen pretexto.
-Quizá debería ayudarle... tengo sueño...
Escuche el sonido de alguien llamando mi nombre.
-No, no estoy...
-Mikasa.
-¿Eh?
-¿Podrías despertar?- cuestionó - debo cerrar el auditorio.
-Me quedé dormida... ¿Cuánto tiempo?
-Uhmm al menos tres horas. No te había visto hasta apenas hace un momento que comencé a limpiar aquí. Haz más ruido niña... ¿Qué hubiera pasado si te dejo aquí?
-Te culparía al inicio de clases.
-Ajá... vamos despierta.
-Oh esto es... ¿Tuyo?
-Sí.
-Gracias.Dejó su chaqueta para cubrirme.
-A todo esto. ¿Qué haces aquí?
-Vine a la ceremonia.
-¿Ah sí?
-¡Por supuesto!
-¿Se graduó algún amigo tuyo?
-Uhmm sí.
-¿Cómo se llama?
-Se llama... uhmm se me olvido pero es cierto.
-Vaya que eres mala mintiendo.
-No miento.
-Cómo sea, ya es bastante tarde. Ve a casa.Efectivamente era tarde al salir del auditorio el cielo estaba teñido de un azul oscuro.
Pase demasiado tiempo ahí, parece que no podré dormir por la noche.
-Mikasa...
-¿Sí?
-Sigues muy adormilada. ¿Verdad?
-¿Por qué?
-Me estás siguiendo... debiste tomar el camino a la salida.
-¡Ay!Levi se rió de mí y como no, si estuve siguiéndolo hasta la bodega sin estar consiente de nada. No puedo ser así de distraída, odio dormir en las tardes cuando despierto está todo confuso.
-Mojate un poco la cara, igual podría ayudarte comprar una bebida.
-Sí, eso haré. Gracias.Él me abrió un edificio para que pudiera entrar a los sanitarios.
-Dios mío... ¿Dónde está mi honor?
Moje mi cara y me sentí viva de nuevo. Luego tomé su consejo y compré unas bebidas y caramelos de la máquina expendedora, no había comido nada en todo el día.
Camine por el pasillo solitario, él me esperaba a la mitad para salir. Quería agradecerle que no me dejara pasar las vacaciones encerrada en el auditorio así que apresure el paso. Esta era mi oportunidad.
Llegué hasta él y con una suave voz me dijo.
-¿Lista?
Es encantador cuando me mira con dulzura.
-Oh sí, yo...
Me empujó adentro de un aula y cerró la puerta rápidamente.
¿Qué es lo que sucede?