Capítulo 32 | 292 Días Antes

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-Mikasa parece que has visto un fantasma. ¿Te encuentras bien?
-Sí, estoy bien... yo sólo...

Estaba perdiendo el suelo, me sentía abrumada por encontrarmelo de nuevo.

Esto no va bien...

-Me quedé esperando.
-Sí, lo lamento. He hablado con ella y bueno... no me quiero involucrar más. Adiós.

Él no dijo nada más, entre a mi departamento cuanto antes y solté un gran suspiro.

-¿Es seguro estar aquí?

Debo al menos soportar un último año además tuve que pagar dos meses por adelantado, no puedo hacer que mi madre gaste más. Dudo que sea un loco maníaco que entre a mi casa a molestar.

-Uff voy a estar bien.

Tomé mi teléfono, tengo por wallpaper una foto con Hitch que ella misma puso.

Contarle o no... esa es la cuestión, no quiero hacer más grande esto.

Puse seguro en la puerta y busque en una página de Internet algunos sistemas de seguridad.

Debió ser la noche más larga de mi vida...

No dormí nada y para colmo salí temprano de casa para evitar cruzarme con él.

Y sí, ahora estoy una hora antes en la escuela rondando como alma en pena.

-Buenos días, Mikasa.
-¿Eh?

Respondí cubriendome con mi libro.

-No te haré nada... ¿Qué clase de "buenos días" son esos?
-Perdón... estoy algo paranoica.
-¿Qué pasa?
-Uff...

Podía ser el cansancio de la noche anterior, la preocupación o mi inconsciente... no me di cuenta cuando lleve de la mano a Levi al interior de un salón.

-Me mude otra vez... descubrí a la asesina de Katty, mi vecina del primer piso, la descubrí queriendo asesinar a otro gatito que por cierto adopte y no tiene nombre. Estoy abierta a sugerencias.
-Lo lamento...
-Me duele y sentí hervir de ira en ese momento pero... al menos salve a uno.
-Ponle Ryuck.
-¿Ryuck?
-Así se llamaba el mío.
-Oh...
-Lo tuve cuando era un niño.
-Ryuck... de acuerdo. Gracias.
-Dices que te mudaste, imagino que no querías estar cerca de una persona así.
-Así es pero... ahora tengo otro problema.
-Debe ser muy malo para tenerte así.

Él dejo una tímida caricia en mi mejilla, cerré los ojos y me vino el cansancio.

-Yo...
-Está bien... estás segura aquí.

Su mano sostuvo mi rostro, con delicadeza me dejó en la butaca.

-Tienes ojeras, en tu piel pálida son más notorias. Tsk que gracioso ni siquiera eso evita que luzcas tan... bonita.

¿Un sueño o el susurro de Levi?

Cuando estoy sin horas de sueño bajo la calidez de sus cuidados, no puedo mantener mis ojos abiertos... quisiera corroborar pero de verdad me perdí.

Mi siesta terminó cuando Levi tocó mi hombro.

-Ya es hora de tu clase, espero que hayas descansado un poco.
-Sí me siento... Oh...
-Toma.

No puede ser tengo baba en la cara.

-Fue un sueño corto pero profundo, me alegro.
-¡No te burles!

Limpie mi boca con el pañuelo y me fui corriendo. Toda la vergüenza estaba sobre mí.

¿Por qué siempre debe verme en mis momentos más vulnerables?

... pero Dios nunca podré olvidar lo sensual que es riendo.

-Mika al fin llegas.

Si tan sólo supieran donde estuve.

Las clases comenzaron y apenas pude sostenerme para no quedarme dormida, a la hora del almuerzo devore las papas fritas de Annie cuando se distrajo, tenía tanta hambre que robé porciones del almuerzo de todos mis amigos.

-Mikasa...

Llamo mi nombre cuando nos cruzamos en el pasillo, todo lo que seguía era decir palabras rápidas el mensaje mientras nadie ve.

-Ya no te rías.
-No es eso, nos quedamos pendientes en algo. ¿Recuerdas?
-Oh cierto, te veo arriba.

Él siguió su camino y yo con el mío pero al llegar al portón me invente una escusa para regresar. Mis amigos acostumbrados a mi vida de delgada entendieron y se marcharon después de despedirnos.

El sol era intenso aunque el viento que corría se sentía frío, extraña combinación pero hacía soportable el clima.

El apareció de repente, cerró la puerta y se dirigió a mí.

-¿Has esperado mucho?
-No pasa nada. Al menos la mayoría se ha ido ya.
-Pues comienza... ¿Qué evitó que descansaras?
-Me mudé a otro sitio pero aunque me libre de la señora loca descubrí que ahora soy vecina del ex novio de Hitch. Tocó ese tema en cuanto me vio, no parecía molesto pero siendo sincera me sentí intranquila toda la noche.
-Y no es para menos sin embargo... no puedes vivir así. Tal vez deberías decirle a Hitch.
-Lo considere pero pienso en los medicamentos que usaba y no quiero involucrarla más. Quiero pensar que no va a pasar nada además no es como que sea un asesino serial sólo es un ex molesto.
-No me quedo tranquilo, tal vez investigar un poco sobre quién es sirva... deja eso en mí.
-¿De verdad?
-Sí, investigaré un poco y si es necesario entonces algo haremos.
-De verdad lo agradezco.
-Estás segura.
-Oh por cierto... en la mañana dijiste algo sobre mis ojeras y que...
-Lo recuerdo.

¿De verdad admitirá que me dijo bonita?

-Dije que las ojeras en una piel blanca se ven realmente mal, necesitabas descansar.
-Ouch.

Entonces fue un sueño... demasiado bueno para ser verdad.

-Así que hoy ve a casa... todo va a estar bien. Tienes mi número en todo caso.
-¿Irás a salvarme?
-Por supuesto. Quédate tranquila.
-Gracias.

Lo abracé sin medirme, no había lugar más seguro para mí que él. Cuando nadie mira, el hombre frente a mí no es tan imposible.

El abrazo termina, debo separarme de él y disculparme por mí atrevimiento sin embargo la sensación es como brisa fresca en un día de verano.

Si él no me rechaza a pesar de mi atrevimiento y metidas de pata significa que no le parezco desagradable. Seguiré tomando de esos pequeños momentos porque no conozco otro lugar donde me sienta tan bien como él.

Sin importar lo que pase, siempre está cuando lo necesito, no sólo se trata de casualidad o su amabilidad. Siento en esa débil palmadita que él también quiere abrazarme.

Levi... todos mis problemas se disuelven cuando estás a mi lado. ¿Cuánto más puedo dejar en ti?

El viento revuelve su cabello y cierra sus ojos para protegerse...

Me preguntó si sentiría mi beso en medio del viento acariciando su rostro. En momentos vulnerables él podría aceptarme... es una posibilidad.

Él se acomoda el cabello y camina al frente para abrir la puerta.

Momentos vulnerables... pero si el hombre frente a mí parece ser indestructible.

-Vamos, Mikasa... es hora de irnos.

Vulnerable me siento cuando él me mira en un sitio donde sólo estamos los dos.

¿No puedo llevármelo a casa?

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