Estaba una hora antes de mis clases corriendo hacía los jardines para revisar mis flores, es más cómodo cuando nadie mira.
Estando en el lugar tome agua y las regué, estaban preciosas y se mantenían vivas.
-Mikasa... vaya buenos días.
-Buenos días, profesora.
-Es un milagro verte por aquí, casi nunca te encuentro.
-Oh sí, bueno sólo vengo en mis ratos libres.
-Ya veo, pero tus rosas reflejan tu dedicación. Que lindas.Se acercó a mí con una sonrisa y se quedó conmigo un momento hablando de que podría hacer para mejorar.
-Debo adelantarme para limpiarme. Hasta luego.
-Ven cuando quieras.
-Gracias.Uff demasiada miel de su parte...
-Ouch...
-¿Estás bien?
-Levi... sí, perfectamente. ¿Y tú?
-Bien, aunque hacía tiempo que no me tropezaba con cierta señorita.
-Ay sólo fueron un par de veces - dije avergonzada.
-No pasa nada. ¿Estás en jardinería ahora?
-Oh no, sólo son prácticas para mi clase de ciencias, debemos cuidar una planta.
-Ya veo, en mis tiempos todo era examen.
-Ah también tendré, no te sientas superior.Él se rió y caminamos juntos por un momento.
No había nadie... tal vez por eso se siente más libre de hablar conmigo. Si tan solo pudiera ser siempre así.
Sin darme cuenta llegamos al punto de despedida, debo entrar a mi aula y él seguir con su trabajo.
Quédate un poco más... digo por dentro pero nada más pasará.
Dame un beso de despedida, abrázame y dime que nos veremos al final del día para ir juntos a algún sitio mientras me cuentas todo sobre tu día... déjame estar contigo más cerca.
-¿Estás bien?
-¿Eh?
-Tus ojos se han puesto rojos.
-Oh no es nada - fingí un bostezo - no he dormido casi nada estos días, es eso.
-Cuida más de ti.Toco mi cabeza y revolvió mi cabello.
Dios... ¿Por qué siento la ansiedad de la lejanía así? Estoy tan sensible.
-Levi...
El momento es maravilloso, nadie mira y sólo está el frente a mí con el gesto relajado.
Si pudiera estar más cerca y sólo lanzarme a sus brazos, lo haría pero probablemente se quite del camino.
Él es sensato... no se fijaría en una niña.
¿Qué pasará cuando me vaya de la escuela?
No queda más de un año aquí y luego qué pasará... no lo sé.
Mi dulce amor... no tendrá trascendencia.
-Puedes decirme lo que quieras. ¿Algo te preocupa?
No sigas... no sigas mirándome de esa manera si no serás responsable de lo que siento.
-Hay alguien que me gusta.
-Oh... estás en edad pero no descuides tus estudios. ¿Está bien?Dime algo más... pregúntame quién es.
-Eres una buena chica, debería ser fácil para ti así que no te preocupes tanto.
¿Lo soy para ti?
-Sí, gracias... siempre me animas.
-Todo bien.Me recargo en su pecho, es un tiro a matar. Él me consuela y enseguida me retira, sé porque lo hace, el reloj en la pared anuncia la despedida y la llegada de quien debo ocultar lo que siento.