Capítulo 13 | 350 Días Antes

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Nuestra relación... ¡No ha progresado nada!

-¿Y si le dejas cartas?
-¿Crees que le gusten esas cosas?
-Uhmm es mayor pero supongo que aún le emocionan esas cosas, debe tener al menos veinticuatro años.
-Los tiene...
-¿Cómo lo averiguaste?
-Lo escuché de una conversación cuando estuvo en el café.
-Oh entiendo... ¿Qué más información obtuviste?
-Irá con su madre la siguiente semana a una reunión y espera que esta vez lleve a una chica.
-Oh... así que ya conoces a tu futura suegra.
-Yep yep es una mujer muy guapa y amable.
-Me lo imagino... uhmm realmente no. Él parece algo serio la mayoría del tiempo.
-Pero es más dulce de lo que crees.
-Vaya así que... te has encontrado con él en otras circunstancias.
-Sí, un par de veces... creo que eso sólo alimento mis sentimientos por él.
-¿Por qué? - cuestionó - no tenemos gustos similares así que me preguntaba... ¿Por qué te gusta él exactamente?
-Me gusta el tono de su voz suena tan maduro y sexy... ahh me derrito.
-¿Qué más?
-Es muy amable, siempre está ayudando a otros aunque su gesto parezca que está en otro mundo o que podrían romperte la cara si quiere. Siempre está ahí, la forma en la que bebe té es encantadora, sus ojos hacen que mi pecho se detenga y huele bien.
-¿Huele bien?
-Yep.
-Dios mío, Mikasa. No quiero hacerme ideas.
-Nada de eso, me prestó su uniforme hace un tiempo para hacer la limpieza. No sólo estaba limpio sino que olía bien... era muy fresco. Annie...
-¿Sí?
-Me gustaría...
-Siento la demora, vamos a salir un momento.
-¿Eh?
-Dense prisa.

Nuestra clase salió a los jardines para hacer una práctica de ciencias, los del club de jardinería nos apoyaron un poco ya que tienen más conocimiento con las plantas.

-Es un poco extraño que nos dejen salir del aula. En fin...
-¿No te gusta?
-No me gusta ensuciarme y no me gusta estar bajo el sol.
-Annie vampira.
-¡Hey! - me miró seria- al menos aún no estoy como tómate, como cierta persona que estoy viendo pero no voy a decir nombre.
-Ay.

Huimos a la sombra del lugar y esperamos las nuevas indicaciones.

-Muy bien, chicos dejaran sus plantas aquí y en dos meses revisaremos los avances, lo voy a promediar para su calificación final. Señorita Ral... ¿Unas palabras?
-No se preocupen pueden venir cuando quieran para dar atención a sus plantas, esta área será sólo para ustedes. Gracias por visitar el club de jardinería.

-Esa es la asesora de jardinería, que curioso pensé que sólo daba clases normales.
-A todo esto... ¿Quién es nuestro asesor de club?
-Ah es Hange.
-Vaya...
-Fue la única que aceptó.
-Con razón.
-Sí, bueno... supongo que para la mayoría de docentes es más emocionante un club deportivo o sobre plantitas...
-¿Uhm?
-¿No le has contado la historia?
-¿Qué historia?
-Bertold... esa historia no.
-Cómo sea, la historia comienza con el hecho de que la señorita Ral rechazó a Annie cuando abrimos el club inventandose un sin fin de pretextos. Creo que era más fácil decir no quiero ser encargada de su porquería de club a darnos alas y luego botarnos. También sigue resentida porque en el primer año reprobó a Annie y tuvo que tomar asesorías por un mes.
-Lo juro, ella me odia.
-No creo que ella odie a alguien... se ve muy dulce.
-Oh Mikasa... esas son las peores, ni siquiera lo ves venir y ya lanzan su veneno.
-Estás exagerando. No le hagas caso, Mikasa.
-Es tan fácil decirlo, porque tú no tomaste un mes de asesoría.
-Porque yo sí entregue mi trabajo.
-¡Yo entregue ese trabajo!

Él intentaba calmarla y yo desvíe la mirada de ellos, sentía que alguien miraba hacia nosotros.

Era esa señorita con ojos de miel mirándome divertida.

-¿Qué le da risa?

Tengo la impresión de que debe darle risa algo de mí porque la he descubierto un par de veces mirándome de la misma manera pero es difícil pensar mal de alguien como ella.

Sea una exageración de Annie o no... debería sólo no prestarle atención. No se ve como el típico docente preparado a hacerte difícil el camino.

-Mikasa... ¿Qué plantaste?
-Oh sólo rosas...

Ay Dios... ¿Cómo se apareció tan rápido?

-¿Son tus favoritas?
-Sí, algo así...
-Ven seguido para obtener un buen resultado, puedo darte un par de consejos.
-¿De verdad? Me ayudaría mucho.
-Por supuesto.

La historia de Annie no coincide con quien tengo frente a mí... ¿Serán la misma persona?

-Volvamos al aula, ya podrán venir cuando tengan descanso. Gracias, Petra.
-No es nada - sonrió gentilmente.

Parece un sol... ¿Cómo?

Todos se agruparon para irse.

-No dudes en venir, Mikasa. Nos vemos.
-Gracias, hasta luego, señorita.

De camino a nuestra aula, Annie resoplaba el mechón de su cabello, era evidente que no la soporta pero no puedo ser grosera con quien no me ha hecho nada.

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