La vi entrar por la puerta con la misma postura de siempre, la misma forma de caminar, incluso el movimiento de su pelo era igual pero en su mirada había algo distinto, era como si quisiera ocultar algo.
Sus ojos se encontraron con los míos en un instante. Otra cosa distinta en su rostro es que no está sonriendo como comúnmente lo hace. Veo un rostro familiar volviéndose alguien que apenas puedo reconocer.
¿Por qué?
-Hitch...
Parece haber salido de un extraño trance cuando escucha mi voz llamando su nombre. Me enfrenta con una risa nerviosa y unos ojos queriendo huir a cualquier parte.
-¿Cómo estuvo tu fin de semana?
-Oh bien... ¿Y el tuyo?Diría que la conozco bien, que puedo comprender que algo no anda bien cuando ella actúa de esa manera nerviosa y desalineada. Hemos pasado por esto antes y por ello me atrevo a decir que algo está invadiendo su mente mientras me sostiene la conversación.
¿Es eso?
-Estuvo bien. Me quedé tarde en la escuela el viernes... Uff fue pesado llevar todas esas cosas.
Dije eso con la intención de sacar alguna respuesta, no tengo dudas acerca de que eran ellos dos ese día pero... Debo ser una completa egoísta por el hecho de que la duda me consuma. Sé que es su vida pero no quiero repetir esa historia.
-El viernes.
Ojos sorprendidos, veo claramente como trata de ganar tiempo revolviendo sus lápices con torpeza sobre su pupitre.
-Sí. Otra vez me encargaron los trabajos de la profesora. Ahh como odio subir y bajar tantas escaleras.
-Ah ya, yo me fui temprano... me quedaré la siguiente vez a ayudarte.Sus mentiras son atrapadas fácilmente por mí, ella lo sabe tanto como yo, pero me temo que está mintiendo sin saber exactamente por qué.
No se detiene más a hablar conmigo, toma su neceser y procede a hacer acciones sin orden ni lógica.
¿Por qué me miente sobre eso? ¿Qué es lo que pasó ese día?
El día transcurre y yo no puedo apartar mis ojos de ella. Es extraño pero el interés en mis adentros por averiguar la verdad es tan fuerte que comienzo a odiarme por eso.
¿Qué pasó entre ellos ese día?
La hora de club llega, es donde podré observarlos a ambos claramente. Si hay algo raro, él también se va a delatar.
Sin embargo, él llega de lo más común al aula. Lleva consigo una paleta de cereza, no se digna en levantar la mirada y tan sólo se refugia en el rincón de siempre.
Hitch mira a la ventana como si quisiera escapar por ahí.
Cuando mi mente está tan concentrada, observó mejor los detalles.
Eliot no está escuchando música en realidad, sólo finge que lo hace pero está atento a lo que dice el resto. Lo sé porque a menudo mira de reojo.
Hitch se ha vuelto más callada después de la última semana, me di cuenta además que sus ojos son color miel y no verdes. Además, puedo adivinar que la razón que odie tanto el calor es porque la hace sudar, un gota apenas perceptible se desliza por su cuello y ella corre a tomar su neceser para frotarse un pañuelo desechable. Luego de eso, saca una liga de su neceser y procede a amarrar su cabello corto.
Hay algo más en esa acción... Además de mí hay otra persona mirando fijamente lo que ella hace.
Su coleta cae, ella acomoda algunos mechones al frente para ocultar sus orejas y una sonrisa es dibujada en el rostro de su observador.