Capítulo 2 | 514 Días atrás

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Hacerme la fuerte o la sorda, esa era la única forma de seguir en la escuela. No soy culpable de lo que se dice de mí pero no veo la forma de decir la verdad, además de que todo pasó de una forma muy estúpida. El problema es que nadie cuestiona a la abeja reina de la escuela y nadie toma en cuenta a una chica invisible como yo. En realidad, nunca tuve a nadie aquí...

-Mamá necesito hablar contigo.
-¿Qué pasa, cielo?
-Quiero dejar la escuela.
-¡¿Qué?!
-Perdón... me expresé mal... quiero decir que no quiero seguir asistiendo a mi actual escuela, no me gusta, no tengo amigos ahí y quiero intentar en otro lugar.
-Déjame entender... llevas un poco más de un año en esa y de la nada me dices que quieres cambiarte. Mikasa... ¿Qué pasa realmente?
-Es eso, mamá. Estoy cansada de esa escuela, quisiera una nueva oportunidad.

Mi madre relajo el ceño y me miró pensativa.

-Esa escuela es la única buena aquí... ¿Estás consciente de que tendrías que mudarte?
-¿Sólo yo?
-Cielo... mi trabajo está aquí además no puedo dejar esta casa abandonada, lo sabes. El instituto más cercano está a tres horas de aquí, no llegarías a tiempo.
-No había considerado eso...

*Inicia crisis existencial *

¿Cómo se supone que viva sola? Lejos de mi mamá. ¡Que miedo!
... pero tampoco quiero volver a mi actual instituto, no podría soportarlo pero no quiero dejar a mamá... pero ya había tomado mi decisión pero no imagine que ella dijera eso.

Uff cálmate, cálmate... Necesito oxígeno. ¡Auxilio!

Ahora debo mantenerme tranquila, ya había decidido dejar ese infierno de instituto.

*termina crisis existencial (según) *

-Además te has preguntado... ¿Qué pasará con tu trabajo? ¿Estás segura que podrás atender la escuela y la casa sola? ¿Te acostumbraras?
-Puedo conseguir otro empleo, lo segundo sólo debería acomodar mis horarios.
-No lo dudo... Mikasa... yo tomé la misma decisión cuando tenía tu edad, era muy joven y a diferencia de ti, mis padres no me apoyaron, ellos preferían la cómoda vida del pueblo pero yo quería algo distinto.

Mi madre es abogada, la mejor de la ciudad, ese era su sueño desde niña, siempre me contaba esa historia y como conoció a papá en la universidad.

Papá... me hubiera gustado conocerte más.

-No me pondré en contra, aunque es algo temprano... creí que te mudarias al tener un poco más de edad. Cuando iniciaras la universidad para ser honesta.
-Mejor acostumbrarme desde ahora.

Estoy muerta de pánico...

-Hija... quiero estar segura de que podrás arreglartelas sola así que te pondré a prueba una semana.
-Okay...
-Y el departamento yo lo arreglaré, necesito que este en una buena zona y que alguno de nuestros conocidos esté cerca por si necesitas algo.

Ella siempre apoya todas mis decisiones, sean cual sean mientras se traten de mi bienestar o de buscar mi camino porque ella no tuvo la misma oportunidad. Tan sólo desea que su hija sea feliz y libre, por supuesto también que supere sus propios pasos. Desde niña me enseñó a hacerme responsable porque a diferencia de otras mamás, ella me cuidaría a distancia. Ser abogada y mamá... necesitaba de mi colaboración porque al final sólo nos teníamos a las dos y bueno... también a Katie.

Al día siguiente...

Era fin de semana y yo estaba casualmente mudando mis cosas al departamento que mi madre eligió anoche. Ella estaba emocionada porque su hija se volvía más adulta pero yo estaba muriendo de pánico porque ahora tendría que adaptarme a una vida mucho más independiente de ella.

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