Desperté con el olor del café mezclado con débiles toques de vainilla.
Levi terminó su trabajo y dejó para mí el desayuno.
¿Tan descuidada me veo hoy?
Me apresure a tomar el café, sigue caliente. No debe haber pasado mucho tiempo desde que se fue.
Todo lo que hace... Dios realmente quiere enamorarme.
-¿Mikasa?
-Buenos días, señorita Ral. ¿Pasa algo?
-Buen día- acomodó su cabello detrás de su oreja- creí que habían suspendido las clases para tu grupo hoy.
-Sí, no estaba enterada hasta ahora.
-Ya veo. También voy a desayunar... ¿Quieres acompañarme?
-Oh está bien.No podía creer que fuera la misma persona. Hace unos días no me toleraba y ahora de buenas a primeras me invita a desayunar.
Como sea, termine en su oficina mi café estaba tibio y mi panquecillo por la mitad.
-¿No eres algo joven para beber café?
-No lo creo. Es bueno.¿El café es exclusivo de adultos?
-Has tenido suerte, suelen no venderle café a los alumnos... sólo capuchino y esas cosas por el estilo.
-Sí, verdad...¿Habré cometido un error?
-¿Desde qué hora has estado aquí?
-Oh no recuerdo, me quedé dormida un momento.
-Ya veo.El hecho de que su tono de voz cambie tan drásticamente mientras hablamos hace que se congele la sangre.
No hay nada que me condene pero la presencia de esta mujer me resulta muy pesada.
Debería terminar mi almuerzo e irme rápido a casa.
-En fin, Mikasa creo que aún te debo una disculpa por haberme enojado por lo del otro día, fui rechazada y eso me puso un poco mal con todo.
-Entiendo.
-¿Alguna vez te han rechazado?
-No, no realmente.
-Eres bonita...
-No es por eso, simplemente jamás he estado en esa situación.
-¿Nunca te has enamorado?
-Oh... lo estoy pero es demasiado pronto para decirlo.
-Haces bien... debes asegurar el terreno primero.
-Ah sí, supongo.
-Sabes... jamás había sido rechazada, más bien era yo quien miraba desde esa posición.
-¿No volverá a intentar?
-Quizás... aunque no es demasiado guapo para rogarle.Noto un ego herido hablando por ella, alguien que no conocía el rechazo reaccionó de esa forma en su primer experiencia.
¿El rechazo... lástima tanto?
He estado consiente de que él va a rechazarme por no ser más que una estudiante más pero más adelante... ¿Seré capaz de aceptarlo?
¿Qué oportunidad tengo en ese caso?
Aunque sé que va a rechazarme... ¿Podría lidiar con eso?
Si hablo y digo lo que siento... ¿Qué cara pondrá?
La miró y tan sólo puedo pensar en una cosa.
¿Cómo se siente el rechazo?
Me despedí de ella inmediatamente después de terminar mi desayuno. Tenía cara de querer darme un encargo.
Mientras atravesaba los pasillos, con todos dentro de clases. Lo encontré a él caminando hacia la misma dirección delante de mí y con varios metros de diferencia.
Siento su cercanía y al mismo tiempo lo lejos que estoy de él siendo simplemente una estudiante detrás de un hombre mayor.
¿Yo podría alcanzar tu corazón?
El timbre suena, el descanso ha iniciado y las personas salen poco a poco.
Ya no está...
No me quedaba nada por lo cual estar ahí, como sea no puedo acercarme a él para hablar sin que lo miren mal, de hecho debo buscar pretextos para entablar una conversación.
Llamé a mi trabajo para avisar que llegaría antes. Un poco de dinero extra no vendría mal.
Sin embargo, no fue como esperaba.
-Lo siento, Mikasa hoy no abriremos.
-Entiendo. ¿Todo está bien?
-No... lo que pasó aquí...Estaba llorando, su voz temblaba...
¿Qué pasó?
Ella colgó antes de decirme, durante el trayecto a la estación me enteré de la manera más fría.
Asesinaron al dueño del lugar para el que trabajaba por la mañana mientras abría.
Di la vuelta tras escuchar eso y fui al café, seguían los peritos y mi compañera seguía ahí.
-Mikasa... yo lo vi...
-Tranquila.Ella se desvaneció en mi hombro. Estaba aterrada, me sentía igual al ver las gotas de sangre en el suelo.
Ella fue llevada a la estación de policías para dar su declaración, a mí pidieron que me retirara cuanto antes.
El ambiente se sentía tan frío de repente... No puedo creer que esté muerto si un día atrás estaba bien diciendo "Nos vemos mañana".
¿Quién haría algo tan horrible? ¿Por qué?
Fui a casa para calmarme, mi mente estaba dando vueltas.
-Katie... estoy en casa.
La busque por mi departamento, necesitaba un poco de consuelo.
-Aquí estás... ¿Qué haces dormida ahí?
Me arrodillé para despertarla pero no se movía.
-Katie... Katie... ¡Katie!
Todo puede irse de un momento a otro. Sin aviso, sin consideraciones o excepciones. Simplemente se va y nos quedamos solos.
-Fue envenenada, no hay más que hacer. Lo siento mucho.
¿Quién podría hacer eso?
Katie no molestaba a nadie, sólo rondaba el departamento era demasiado tranquila.
¿Por qué harían eso?
Al regresar a mi departamento cerca de la 6 p.m. Guardé su collar en la caja donde estaban los demás. Solía comprarle uno cada vez que visitaba la tienda de mascotas para comprar su comida, así ella podía tener varios cambios.
Katie era una gata vanidosa, tierna y tierna.
Iba a dar a luz a sus primeras crías en un par de días pero...
¿Por qué?
Por la mañana no espere que fuera la última vez.
Si no fuera tan descuidada... habría visto los mensajes, pude haberme quedado en casa y cuidar de ella para evitar esto pero ya no está más conmigo.
Me acompañó por tanto tiempo cuando me sentía sola, cuando quería ser escuchada y yo no pude salvarla... no estuve ahí para ella.
-Perdóname... por favor...