Nuevamente salía una hora después de mis clases, al menos sólo fue una.
-El auto de mamá... ya llegó.
Subí deprisa a mi departamento, ella ya debería estar dentro esperándome.
-Mamá, lo siento salí más tarde de lo normal. Lo que pasa es que soy delegada de clase ahora y... ¿Mamá?
No había nadie en casa a pesar de que su auto estaba estacionado.
-Uhmm que raro.
La puerta se abrió más tarde. Era mi mamá y llevaba un rostro frío.
-Mamá.
-Hola, hija.
Parecía que había vuelto en sí.
-¿Pasa algo?
-Uff nada, ya conocí a la loca de los gatos.
-¿Eh?
-Sí, llegué hace unas horas quería darte una sorpresa pero bueno me detuvo antes.
-¿Te dijo algo?
-Sí, al principio fue amable y después comenzó a decir cosas extrañas, me desviaba del tema siempre pero así son los mentirosos...
-¿Huh?
-Uff realmente fue quien enveneno a Katty quieres...
-No, aunque me gustaría que pagará por eso de algún modo prefiero sólo irme de aquí, ella me miró realmente mal.
-Mikasa...
-Buscaré otro lugar, uno con las mismas condiciones pero de verdad no quiero estar cerca de esa mujer.
-De acuerdo. Bueno, entonces comamos algo y mañana vayamos a buscar.
-¿No confías en mí?
-Claro que lo hago. Conozco bien a mi hija.
Mi mamá comenzó a reírse.
-¿De qué te ríes?
-No es nada, sólo que esa mujer empezó a hablar mal de ti y decir cosas como que las niñas no deben vivir solas ya que en cuanto les sueltas la correa se meten en problemas de grandes. Con esas palabras me lo dijo y adivina que más...
-No lo sé. ¿Qué más dijo?
-Dice que a diario te ve bajar de un auto distinto y que sales con hombres mayores. Pfff que mujer más ocurrente.
Deje de cortar los vegetales para poner atención.
-Mi niña jamás saldría con un hombre mayor ni se metería en cosas así. Realmente necesita dejar de ver esos programas ridículos. Confío en ti... Mikasa. No sé si soy una buena madre por dejarte crecer por tu cuenta pero siempre me mostraste que podía contar contigo, eres mi niña... se bien que sabes distinguir lo bueno de lo malo y que eres lo suficiente inteligente. Estoy orgullosa de ti, nunca me has dado problemas.
Salir con un hombre mayor... no es algo que pueda negar completamente.
No llevo una vida de libertinaje, ni siquiera he tenido un novio pero no es justo negar que me enamore de alguien mayor, no soy tan lista como mi madre cree, hasta hace apenas unos días confundí con una buena persona al ex novio de Hitch.
Hay tanto que aún no sé pero no haría nada para decepcionarla, no me pondría en riesgos innecesarios porque al final del día... todo lo que haga sólo repercute en mi vida.
No quiero traicionar su confianza... pero con esto sé más que nunca que guardaré un sólo secreto y lo admito, me asusta la forma en que ella lo tomaría, cuando me ha dado el pequeño spoiler de que es la última cosa que espera de mí.
-Te ayudo con la carne, después veamos una serie.
-Claro, mamá.
No debería preocuparme por eso... no es como que ya esté en una relación con él. Me estoy anticipando de más.
Para la semana siguiente, ya me había instalado en otro sitio, el lado contrario para ser exactos, a mi madre no le dio buena espina que viviera cerca de una mujer tan desquiciada.
Bueno... comienza otra vez, me pregunto que tipo de vecinos tendré esta vez.
-Aquí podré cuidarte sin problemas. Ahora estás en casa aunque aún debemos pensar en tu nuevo nombre.
-Mikasa...
-¿Eh?
Me quede fría al verlo a unos pasos de mí. Era la última persona que pensé encontrar aquí.
