De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)

Capítulo 13 "Un equipo" (Hayden)

13 “Un equipo” (Hayden)

Cuarenta… Cuarenta… Cuarenta… Era un número que no se me olvidaría con facilidad. O mejor dicho, llevaba toda una semana pensando en ese dichoso número y en lo que conllevaría que ella estuviese embarazada. Encima, Bao estaba fatal. ¿Quién me iba a decir que la pequeña tirana dejará a Bao? No me lo esperaba. Y él iba como alma en pena por todos lados. Estaba tan mal, que le pidió a su madre que le arreglase ella los papeles del traslado de universidad a Corea porque si iba a China, no volvería a Seúl. No sería capaz de volver. Por ello había preferido quedarse.

¿El resultado de su depresión y la mía? Que el piso daba asco y que íbamos los dos como almas en pena por la casa.

-¿Cómo lo llevas?-le pregunté mientras comíamos.

Era la primera vez en días que comíamos juntos, ya que o el uno o el otro se saltaba las comidas por la falta de apetito.

-… No voy a aguantar mucho así… La echo de menos… Debe de estarlo pasando mal… Hee Sook es muy frágil para ese ambiente… Para compartir…-dijo triste.

-Bueno… Pero hace lo correcto. Ahora está siendo valiente…-le animé.

-No quiero que sea valiente si el resultado es perderla.-negó dejando los palillos.

-No tienes por qué perderla…

-No quiero hablar de ello. Por favor…-pidió.

-Vale…

-¿Y tú? No me has contado nada de la chica… Solo que la has encontrado… ¿Está todo bien?

-Mañana nos dan los resultados de la prueba de embarazo.-dije cansado.

-Espero que salga negativa… ¿Cómo es ella? ¿Habéis hablado?

-Me odia…

-Y con razón.-apuntó.

-Lo sé. Y estoy de mierda hasta el cuello…

-¿Por?

-Porque… Ella… No es una “chica”.

-¿Eh?

-Tiene cuarenta años.-solté tapándome la cara.

-¡¡¿Cómo?!!-exclamó- ¿Cuarenta? ¿En serio? Pero… Pero… ¿Cuarenta?

-Sí. Y no solo eso… Está casada. ¡Casada! No sé si me da más miedo su edad o que esté embarazada y que su marido me parta las piernas. Porque ella, sinceramente, no tiene pinta de ser excesivamente feliz. Me da miedo pensar en que su marido se entere de mi existencia.

Bao se levantó y me palmeó la espalda. Suspiró y chasqueó la lengua.

-Pues… Siento decírtelo yo pero… Estás jodido.

-Gracias. Esto sí que es un amigo.

-Lo siento. Sé que tiene que ser jodido y me encantaría ayudarte, pero ahora mismo estoy… muy espeso. Tengo muchas cosas en la cabeza. Demasiadas…

-Te comprendo. Pero tranquilo.

-Me voy a mi cuarto…

-No has comido casi…