De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)

Capítulo 68 "La pieza del puzzle" (Katty)

68  "La pieza del puzzle"  (Katty)

Aquella noche hice algo que no pensé que jamás haría. Les pedí a mis padres que me dejasen dormir con ellos. Desde que me había encontrado con mi supuesto hermano el día anterior, me había sentido vulnerable y necesitaba el contacto con ellos... ¡Yo! ¡Contacto con Donghae y Eunhyuk! Era de locos, pero lo necesitaba como el aire que respiraba. ¿Qué iba a hacer? Ahora se suponía que tenía un hermano. Me había abandonado... Si tan solo me hubiese llevado con él, todo habría sido tan diferente... Cuando mi cabeza no dio para más, me quedé dormida.

-Eh... Cielo. Despierta.-me zarandeó Donghae- Estás con nosotros. Todo está bien. Tranquila.

Abrí los ojos y me noté exhausta. Tenía el corazón acelerado y estaba sudando. Había tenido una pesadilla.

-¿Qué ha...?-balbuceé.

-Estabas gritando... Una pesadilla.-dijo Eunhyuk.

-¿No lo recuerdas?-Donghae me apartó el pelo de la cara.

-No...-suspiré.

-Mejor. ¿Quieres darte una ducha? Podemos ir a por tu ropa a tu cuarto.

-No. Prefiero ir allí a ducharme. Gracias.-salí de la cama y al verme en el espejo que había me di cuenta de la mala cara que tenía.

-De acuerdo. ¿Quedamos en el vestíbulo? Iremos a desayunar a algún lado.

Asentí. Había dormido vestida así que me calcé y me dirigí a la puerta.

-Katty.-me llamó Hae- Todo va a ir bien. Vamos a protegerte.

-Nadie, escúchame bien, nadie, va a hacerte daño. ¿De acuerdo?-Hyuk me acarició el brazo.

Miré su mano y él la apartó deprisa.

-Oh, lo siento.-dijo.

-No, está bien. Me... Me gusta.-sonreí cansada- Gracias por todo, papás.

Sonrieron, llenándoseles los ojos de lágrimas. No dije más y me marché. Me di una buena ducha y me puse ropa limpia. Pensé en Bao. ¿Debía contarle lo que había sucedido? Tenía ganas de hablar con él pero curiosamente no sentía una necesidad irrefrenable de estar con él... Ahora sentía eso por mis padres. Bao había sido importante en mi vida porque había sido el primero al que me había abierto y en quien había confiado. También el primero en lograr tocarme sin que saliese corriendo. Pero ahora mis padres también podían. Y sentía muchas ganas de disfrutar de eso. De tener padres. Una familia. De ser normal. No había tenido una infancia normal pero ahora tenía la oportunidad de empezar a tener una vida normal. Ir a un psicólogo y contarlo todo quizá no era tan mala idea. Guardármelo para mí no me había ayudado. Debía sacarlo todo, dejarme ayudar. Siempre me había sentido rota... Defectuosa. Como si nada bueno pudiese haber en mi familia. Mis auténticos padres eran una basura... Y me habían roto... Eso sentía siempre.

Pero... Cerrarme en banda con mi supuesto hermano no me ayudaría tampoco. Si quería una vida normal debía resolver ese tema. Sí. Pero... ¿Cómo lo iba a encontrar yo ahora?