Capítulo 39 "Confesiones. Parte 3" (Katty)

956 94 2
                                    

39  “Confesiones. Parte 3” (Katty)

¿Qué narices pensaba yo en esa reunión de locos? Aquella "familia" estaba fatal. Habían explotado. Vale, yo también, pero ver a la gilipollas aquella y a Bao de nuevo, me había hecho hervir la sangre. Además, solo estaba allí por un motivo. Por mis... ¿padres? Supongo que sí. Mis padres. Aún me costaba acostumbrarme a llamarles así.

Tras marcharse Bao, me sentí muy traicionada y tuve una gran... crisis. Llegué a tal punto, que una noche salí y pillé un coma etílico. Cuando desperté en el hospital, ellos dos estaban allí. Llorando. Creí que me caería otra de sus broncas, pero no. Tan solo habló Donghae.

-No podemos más. No somos tu destino... No podemos ser tu familia. No si tú no quieres. Así que... Esperamos que encuentres a quienes te hagan feliz. Adiós Katty...

Se marcharon y yo no fui capaz de decir nada. Me quedé en shock. Ahora... Volvía a estar sola. Sola. Aunque mejor. Mejor sola que con personas que... que...

Rompí a llorar. Había preferido la soledad a mis auténticos padres. Había creado una coraza. Pero Hyuk Jae y Donghae no me habían hecho daño. Y... Ellos realmente me habían querido. Me habían querido pese a mi coraza. Ahora era tarde.

Cuando me dieron el alta, me llevaron de nuevo al centro y por primera vez en la vida, supe lo que era echar de menos a alguien. Les echaba de menos. Eso significaba que les quería. ¿No? Durante dos semanas me encerré en mi misma nuevamente, sin querer ver a la psicóloga. Hasta que un día me dijo algo que me hizo pensar.

-Puedes seguir aquí. Sola. Y luego, a los dieciocho, quedarte en la calle, o puedes enfrentarte a tus miedos.

-Si te hicieran a ti lo que a mi me hicieron mis padres...-dije de mal humor.

-Katty, puedes engañarte a ti misma, pero no a mí. Ese no es tu miedo. Y lo sabes. Tu miedo es admitir que quieres volver con esa familia, que quieres estar con ellos, pero temes que te rechacen. Ese es tu miedo ahora. Lo otro... Apuesto a que desde que estás aquí no has pensado en tu pasado. Pero si en esos dos hombres.

Ahogué un gemido y aparté la vista. Triste. Tenía razón. Tenía toda la razón del mundo.

-¿De qué serviría?-susurré- Solo me haría ver débil. Y para nada. No hay vuelta atrás.

-Te valdría para estar en paz contigo misma. Además, siempre se puede hablar con ellos, si quisieras volver. Eran buenas personas. No tires por la borda tu última oportunidad de tener una buena vida. La que mereces.

La miré a los ojos. ¿Querrían ellos volver a aceptarme? ¿Me darían otra oportunidad? No la merecía. Por Dios, les había tratado muy mal durante mucho tiempo. ¿Por qué querrían darme otra oportunidad? No la merecía, pero... Pero necesitaba esa oportunidad.

-Por favor... Quiero volver con ellos.-empecé a llorar de forma ahogada.

Ese día saqué todo lo que sentía. Todos los sentimientos amargos que me estaban asfixiando y la psicóloga, me escuchó. Escuchó mi arrepentimiento, mi odio hacia Bao, mi odio hacia la zorra aquella que había hecho que Bao se fuera. Todo.

De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora