Capítulo 49 "Hagámoslo" (Leeteuk)

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49  “Hagámoslo” (Leeteuk)

Las horas pasaron y Kangin no dejaba de decirme que no se iban a solucionar las cosas tan fácilmente. Que habían demasiados frentes abiertos en ese cuarto y que lo mejor sería irnos a casa. Pero yo sabía que podía confiar en ellos. En todos. A fin de cuentas, eran mi familia. Sabía que no me defraudarían y que recibiría la llamada que me confirmase que podíamos volver y hablar del motivo de la reunión que había organizado.

-En serio Teukie… Me muero de sueño y es complicado que todos lo resuelvan. Vayamos a casa y ya quedamos otro día.-insistió.

-¿Te crees que es tan sencillo reunirnos a todos? ¿Es que no te das cuenta de lo complicado que ha sido? Han venido de sitios muy alejados. –me quejé.

-Lo sé pero…

-Aguanta el sueño. Y no seas tan negativo. Precisamente si han venido todos, desde tan lejos, porque yo lo pedí, es porque me respetan y me quieren. Así que se solucionará todo. Yo lo sé…

No iba a perder la esperanza. Me negaba, y eso que era ya de madrugada.

Estábamos los dos en una habitación de las normales del hotel.

-Pues yo me duermo. Despiértame cuando te llamen.

-¡Ni se te ocurra!-lo empujé, tirándolo de la cama a propósito.

-¡Eh!

-Lo siento. Pero no vas a dormirte. Esto es serio. ¿No te preocupa ver que hay tantos problemas ahí arriba?-inquirí.

-No. Todas las familias tienen problemas. Es normal.

-Pero… Hay demasiadas mentiras o cosas ocultas. No debería ser así.

-No tenemos derecho a meternos en la vida de nadie.

-Pero… Ellos…

-Ellos son nuestros “sobrinos”. No tenemos derecho de meternos en sus vidas Leeteuk. Claro que me gustaría que todo fuera felicidad, pero la vida no es eso. Y lo sabes. Cuesta mucho llegar a la felicidad y a la tranquilidad… Lo sabemos por vivencia propia. Tomar las decisiones adecuadas no ha sido nuestro fuerte que digamos.

En eso tenía razón, pero no podía simplemente no preocuparme.

-Todo va a ir bien.

-No quiero contarles la noticia si no está todo bien.

-Entonces, olvídate de contarlo.

-Eres una vieja amargada.-susurré medio enfadado, levantándome de la cama.

Escuché su risa y luego me abrazó por la espalda, con sus brazos fuertes. Besó mi cuello y su mano se deslizó por mi estómago.  En realidad no había cambiado mucho en todos aquellos años. Seguía siendo el Kangin que intentaba arreglar las cosas metiéndome mano.

Puse los ojos en blanco y aparté su mano.

-No vas a tocarme un pelo hasta que no se solucione todo y me quede tranquilo.-le advertí.

-Oh por Dios… Eres un pesado. Creo que voy a echarme atrás al final.

De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora