Ex.21 “Ahuyentar los monstruos” (Bao)
Mal. Katty estaba muy mal, y ahora, tras haber visto su reacción ante mi pregunta, tenía miedo. Ella me había dicho que quería hablarlo, pero... Yo no era psicólogo, ni estaba preparado posiblemente para lo que me tuviese que contar. Ya que viendo su reacción… Imaginaba por donde iban los tiros y no quería ni pensarlo. Pero no podía echarme atrás. Así que compré la botella de agua en el restaurante más cercano y corrí de vuelta.
Katty estaba sentada en un banco, mirándose los pies. Me senté a su lado y le di la botella de agua. Ni siquiera me miró. Se enjuagó la boca, levantándose para escupir el agua en un árbol, y luego dio unos cuantos tragos.
-¿Estás mejor?-inquirí.
Se sorbió los mocos y asintió. Pero no parecía demasiado convencida. De nuevo se sentó a mi lado y yo esperé paciente, en silencio. No iba a forzarla ni presionarla. Creo que debió de pasar como una media hora hasta que por fin, empezó a hablar. Al principio fue como apenas un susurro, pero poco a poco fue hablando un poquito más alto y escuché sin interrumpirla.
-Mi… Padre… Ese hombre… Él… Cuando yo era pequeña, empezó a tocarme… No recuerdo cuando empezó todo. No lo recuerdo… Quizá fue desde siempre… No lo sé… Pero me tocaba… Y… A mi… A mí me gustaba…. Yo, yo no sabía que era aquello, ni que estaba mal… Él… Él decía que era normal… Y le llamaba la “hora de reír”…
Aguanté el jadeo y la arcada que me produjo escuchar sus palabras. Aquel monstruo había estado tocando a su propia hija desde que ella tenía uso de razón… ¿Cómo pudo? ¿Cómo alguien podía siquiera pensar en ello? Era una aberración…-Soy… Me doy asco a mí misma…-sollozó y me di cuenta que volvía a llorar.
-Eras una niña… No sabías nada…
-… Luego… Cuando empecé a ir al cole… Y crecí un poco, sobre los ocho años… Me di cuenta que mi… Que ese hombre, mentía… Porque ningún padre de mis amigas, hacía eso… Nadie… Y cuando le dije a él que no quería hacerlo más… Me forzó a ello… Pero esa vez, yo lloré y pataleé con todas mis fuerzas… Y a él no le valía de nada hacerme eso… Porque disfrutaba viéndome “disfrutar”.-me percaté que sus manos estaban cerradas en un puño haciendo mucha presión, tanta que se haría daño, así que se las cogí y las acaricié, para relajarlas- ¿El resultado? Se enfadó mucho y le metió una paliza a mi madre. Le dijo que debían haber hecho lo que él dijo. Que nunca debí ir al colegio.
-Espera… Tu madre...
-Ella lo sabía todo. Siempre lo supo… Pero no hacía nada. Ella solo quería que no le pegase. Pero claro, como él estaba frustrado conmigo, lo pagaba con ella. Hasta… Hasta que… Ella le dio la idea de… De…
Oh Dios santo… Yo ya estaba temblando por lo que me estaba contando. ¿Cómo debía sentirse ella? Me sentí inútil. Me sentí impotente, viendo como ella soltaba todo aquello… Y no quería escuchar más. No quería seguir escuchando porque era más duro de lo que me hubiese imaginado, pero sabía que ella me necesitaba. Así que debía seguir a su lado. Debía seguirla escuchando.
-¿Sabes? Cuando estuve en el hospital, solo me preguntaron si me había violado… Solo miraron si me había forzado…-me miró y sus ojos estaban llenos de ira y decepción- Y no… Yo siempre respondí que no. Porque nunca me penetró. Pero… No es eso lo único malo que te puede pasar… Con un monstruo así por padre… Mi madre le propuso, que me utilizase para darle placer yo a él…
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De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)
FanfictionLas vidas de los miembros de Super Junior han dejado una nueva generáción a su paso. La familia ha crecido. Nuevos amores, nuevos retos que superar pero siempre intentando mantener los lazos de esa gran familia a salvo.