Capítulo 54 "Te lo ruego" (Bao)

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54  “Te lo ruego” (Bao)

El viaje se me hizo inteminable. Estaba cansado, pero lo peor eran los nervios. Llevaba días nervioso y ahora se acumulaban de forma agobiante. ¿Qué diablos me pasaba? ¿Por qué me ponía así? Encima, el viaje había sido movidito. Y no por turbulencias, si no porque iba con casi toda mi familia. Eso englobaba a Hayden, su novia y su hija. La cual no se había callado en casi todo el trayecto.

Parloteó con Dam Bi sin cansarse. ¿Es que a esas dos no se le acababan las pilas? Y todos mis tíos con sus hijos… Aquello era un gallinero. No había podido pegar ojo.

Nada más pisar el aeropuerto, vi a mi padre y a mi tío. Eran los encargados de venirnos a buscar. Bueno, ellos dos y un montón de taxis. Éramos muchísimos. Aunque yo me subí al coche que habían alquilado mi padre y mi tío. Y durante el trayecto me fueron explicando que habían tenido un pequeño contratiempo con la decoración de la sala del hotel donde se iba a celebrar la ceremonia. Por lo visto los organizadores habían tenido una confusión de días y no se habían presentado. Tenían otro compromiso. Así que ahora estaban contra reloj ayudando mis tías.

-Han conseguido contratar a un nuevo equipo.-dijo Heechul que iba hablando por kakao con su mujer.

-Menos mal. Ellas solas no podrían con todo.-comentó papá.

-¿Has tenido un buen viaje?-inquirió mi tío.

-No mucho. Estoy cansado.

-Bueno, pues ve a tu cuarto directo y descansa hasta mañana. Pides algo para cenar y ya está.-propuso mi padre.

-¿No hacéis cena “Super Junior Family”?-me extrañé.

-Claro que sí. Pero no pasa nada si no bajas. –me sonrió por el retrovisor.

-¡Bajaré!-espeté.

-Vale, como quieras hijo. Qué euforia.

-Tiene ganas de una reunión familiar. Se echan de menos eh.-Heechul se giró para mirarme.

-Sí… Es eso.-mentí.

No era eso ni por asomo. A ver, me gustaba mi familia. Estaban todos locos y era rara, muy rara. Pero aún así, me gustaba. Sin embargo, el motivo por el que quería bajar era otro. Otro que me llevaba carcomiendo mucho tiempo. Muchos meses. O mejor dicho, los últimos tres meses sobre todo. Y no era otro que… Heesook. Necesitaba verla. Me moría por verla.

Los primeros meses estaba el resentimiento de todo lo sucedido. La decepción había anidado en mi corazón y no podía ver más allá. Pero después, poco a poco, no sabía cómo había sucedido ni por qué pero lo cierto era que había empezado a echarla de menos. A preguntarme cómo estaría, qué estaría haciendo.

Después habían llegado las preguntas de… “¿Pensará en mí? ¿Se acordará de mí? ¿Habrá pasado página? ¿Todavía recuerda lo que tuvimos? ¿Todavía me quiere? Esas preguntas me asfixiaban. Habían empezado a hacer estragos en mi vida diaria. No podía dormir bien, no tenía apetito y me sentía como un gilipollas. Yo le había pedido el tiempo. Pero… ¿Cuánto? Porque ella no vendría a por mí. No habiéndole pedido distancia yo. ¿Qué debía hacer? ¿Ir? Y si iba a buscarla… ¿Qué haría si hubiera encontrado a otro? ¿Y si seguía siendo la misma Heesook? Si no había cambiado nada… ¿Me daría igual? Sí. Había llegado a tal punto de echarla de menos que me daba igual si había cambiado o no. Yo podía ayudarla a superar ciertas cosas. Por lo demás… Me había enamorado de ella siendo quien era. Podía seguir con ella. Con la misma.

De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora