Capítulo 67 "Tan normales e imperfectos" (Dan Bi)

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67  "Tan normales e imperfectos"  (Dan Bi)

Sus manos sobre mi cuerpo desnudo, sus besos por cada centímetro de mi cuerpo, el sabor de su boca sobre mis labios... Tenía cada caricia de Sun Ah marcada a fuego en mi piel. Había sido... Perfecto. No podía creerme que había hecho el amor con ella. Me había pasado la noche pensando en aquello. Apenas había dormido. Sonreí mirándola mientras ella bostezaba. Se ladeó y me miró también.

-¿En qué piensas? Me vas a desgastar.-dijo.

-Gracias por esto.

-Vaya. ¿Tan buena soy que me das las gracias?

-Idiota...-solté una risita- Me refería a lo que has hecho. No sé... Ha sido muy bonito y perfecto. No lo esperaba.

-Ah, bueno, no es nada.-se puso boca arriba, mirando al techo.

Era curioso cómo pese a toda su chulería y cara, se ponía nerviosa cuando le agradecías algo.

-Eres una buena novia.-continué.

-Lo sé.

-Has hecho que sea tan especial... No lo olvidaré nunca.-quería sacarla de quicio yo a ella.

Siempe se burlaba de mí, ahora era mi turno.

-Ya basta. ¿Quieres otro polvo?-inquirió cambiando de tema.

-Fuiste tan dulce...-me abracé a ella y le di un besito en el brazo.

-Sun Ah, o te callas o te callo.

-Muchas gracias por todo.

-¡Se acabó! -se soltó de mi agarré y se sentó encima de mí, destapándome del todo.

Me puse roja en el acto y di un gritito ahogado, intentando buscar la sábana, pero me lo impidió y sonrió triunfante.

-¿Ahora ya no hablas?

-¡Ya vale! ¡Baja!-espeté.

-Discúlpate. Lo has hecho adrede, pringada.

-¡Lo siento! ¡Lo siento!-rogué.

Aún me sentía incómoda ante mi desnudez.

-Creo que me cobraré el perdón en especias...-se mordió el labio y se inclinó, empezando a besarme el cuello y acariciando uno de mis pechos, juegueteando con el pezón.

Jadeé pero no me opuse. Sus besos eran como droga para mí, y después de lo mucho que me había gustado lo de la noche anterior... No diría que no a repetir. Así que cerré los ojos, disfrutando de cada sensación, notando cómo bajaba su mano hacia mi sexo, como me mordía el labio al tiempo que me acariciaba... Hasta que de pronto, el teléfono empezó a sonar y ambas dimos un bote.

-¡Joder! ¡Que susto!-exclamó.

-Es mi teléfono. Es el sonido que le tengo puesto a mi padre.-comenté.

-Que le den. No respondas.-se puso a besarme el cuello de nuevo.

Pero el pensar que me  estaba llamando mi padre, me quitó todas las ganas de sexo. Así que sujeté su mano que estaba entre mis piernas y la aparté.

De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora