De cualquier forma... Es amor. (Tercera parte de ¿Amor o amistad?)

Capítulo 62 "¿Podemos?" (Bao)

62  “¿Podemos?” (Bao)

Tener a Heesook haciéndome una felación fue algo… Que me encantó. No podía negar lo evidente. Me daba algo de corte pero fue una maldita pasada. De todos modos la paré porque si continuaba yo no aguantaría. Y quería cumplir y llegar hasta el final. Me sonrió y creí volverme loco. Gateó hacia arriba y tomé su cara entre mis manos para besarla. Luego volví a colocarla bajo mi cuerpo y ella pasó sus manos por mi espalda y las bajó hasta mi culo.

Los besos se alargaron unos minutos hasta que entre jadeos, susurró;

-Hazlo… Va… No esperes más.-sus ojos brillaban de deseo.

Había llegado el momento. Nervioso, abrí el cajón de la mesilla y saqué un preservativo. ¿Cómo es que tenía? Pues porque tras lo que había pasado cuando ella me había parado, me di cuenta que no habríamos podido avanzar de todos modos porque no tenía. Así que había ido a comprar antes de volver al comedor con el resto de la boda. Sabía que podía decirme que no quería saber nada más conmigo pero si las cosas salían bien… Mejor estar preparado. Y efectivamente, habían salido bien y me alegraba de haber sido presvisor.

Me senté en la cama y tras abrir el envoltorio me lo puse despacio. No quería errores. Si la cagaba podía meternos a ambos en problemas, así que mejor ser precavidos.

Cuando me di cuenta la tenía observándome atenta, cosa que me hizo sentir más vergüenza.

-No mires…-pedí.

-No pienso apartar mis ojos de ti.-negó mientras se quitaba ella las braguitas- He esperado demasiado como para no mirar.

Se me escapó una risita nerviosa. Pero tenía razón. La había hecho esperar, así que no podía negárselo.

Y cuando ya lo tuve puesto me volví a tumbar, colocándome entre sus piernas. Le di un pico y tragué saliva.

-¿Estás lista?-inquirí.

-Creo que sí.-asintió.

-Vale… Si te duele dímelo.

Asintió. Yo cogí mi miembro con la mano derecha y lentamente lo guié a la entrada de su sexo. Despacio, fui penetrándola hasta estar dentro del todo. Ella cerró los ojos y esbozó una gran sonrisa. Lo tomé como buena señal y empecé a entrar y salir, notando la calidez de su interior presionando mi sexo. Me apoyé sobre los codos a ambos lados de su cuerpo y pegué mi frente a la suya, embistiendo despacio. Me encantaba verla sonreír mientras le estaba haciendo el amor. Y escuchar sus jadeos, su aliento contra mi boca… Era la gloria.

El placer me invadía. Jamás había sentido nada similar a aquello. Era impresionante. Una especie de descargas eléctricas placenteras me invadía todo el cuerpo. Sentía la conexión a nivel físico y emocional de forma increíble. No quería que terminase nunca.

Heesook me besó y luego, con la misma agilidad con que se había colocado sobre mí, repitió la acción, dejándome debajo sin despegar nuestros cuerpos y se mordió el labio de forma muy sexy. ¿Qué hacía? No me hizo falta preguntar. Se apoyó sobre mi pecho con las manos y empezó a moverse ella sobre mí. Gemí de puro placer y sujeté sus caderas, llevando el ritmo con ella.