REFLEJO ➳ Kim Taehyung

• PARTE 003 •

Casi al atardecer, como todos los días que solía venir.

—Scarlett, me alegra que estás aquí. –salió de casa sonriendo como siempre.

—Por favor, no dejes de sonreirme así. Tengo algo que decir.

Jung Hoseok y yo hemos sido amigos desde los diecisiete años que llegué. Él es un chico maravilloso en todos los aspectos, de no existir no podría ser amable con nadie aquí, en serio ha sido tan querido conmigo. Bastantes risas, buenos momentos y mucho apoyo en cada proyecto que tenía.

Pasábamos todas las tardes juntos en el restaurante de su abuelo que está también aquí en la ciudad, era genial porque terminando tomábamos clases y al final practicabamos artes marciales. Comencé a creer que lo hace solamente por mí, su verdadero fuerte es el baile; es muy exigente consigo mismo en ello y lo hace bien. También asustar a quienes son crueles con nosotros es una actividad juntos.

A pesar de todo no he podido decirle la verdad sobre mí; mi edad real, mi nacionalidad, mi nombre... Es algo que se me va de las manos, somos mejores amigos, 'debería decirle' cruza por mi mente todas las noches al despedirnos. Ahora que me iré para siempre debería decirle y asegurarme de que estará bien.

Hace un tiempo recordé que JiYong me obsequió una pulsera cuando era pequeña y me prometió que estaríamos juntos, aunque no la uso ahora, la guardó y atesoro mucho.

¿Debería...?

—¿Golpeaste a alguien otra vez, Materazzi? –elevó una ceja divertido.

—Uhm... Sí. No es el punto ahora. ¿Podemos ir a otro sitio? –apreté los labios entrecerrando los ojos.

Mierda, estaba nerviosa. Él podría odiarme.

—Sí, Scar. ¿También viene Jin? –señaló el auto viendo a Jinnnie en el copiloto.

—No, ve por tu auto. Él esperará.

—¿Debería asustarme tanta seriedad? Sé que eres bastante 'cariñosa' pero, hoy es ¿distinto? –decía caminando dentro de casa.

Asentí.

—Jin, debo hablar con Hoseok en privado, ¿podrías ir a casa? –me incliné a la ventana.

—¿Desde cuando no soy requerido? –salió del auto y tomó el asiento del piloto.

—Kim SeokJin...

—Bien. Si el señor Kwon llama mi atención te culparé sin pena. –dijo sin más.

—Dile que morí... De nuevo. –rodee los ojos.

—Ten cuidado. Pasaré por ti más tarde. –miró el auto de Hoseok frente y entre pitidos de saludaron y finalmente se fue.

...

—Ya estamos aquí, ¿por qué hay tanto misterio? –Hoseok estaba sentado frente a mí en un lugar de nuestra cafetería favorita.

—Antes... Debería darte algo. Extiende tu mano. –metí la mano en mi abrigo.

—¡Oh por dios! ¿Una sorpresa? ¿Es eso? Okey, okey, okey, cerraré los ojos, me quiero sorprender. –estiró a mí ambas manos y cumplió su amenaza, cerró los ojos.

Me di la oportunidad de mirarlo detalladamente poco antes de poner en su muñeca la pulsera que tenía para él, era exactamente igual a la que compré para mí. Siempre sonriendo a pesar de todo, estaba sentada frente a un sol, el sol de mi vida... Él no podría odiarme después de todo.

¿O sí?

—¿Puedo abrir los ojos?, estoy ansioso. -apretó los ojos a punto de abrirlos.

—Sí, hazlo ya.