• PARTE 071 •

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Seúl. 19 Octubre, 2018

Desperté en la cama del hospital al cual tenían que traerme, viajar hasta Seúl era la única instrucción que no debió desobedecerse bajo ninguna circunstancia. Haber sido lanzada de las escaleras fue demasiado teatral pero efectivo, como siempre algo que solamente podría hacer el idiota de Jungkook. Al final le ha salido muy bien. 

Agradezco que no me haya roto nada.

–Ya era hora, no puedo retener durante mucho tiempo a todos, Hann. –Jungkook interrumpió el silencio.

Se encontraba de pie atrás de la puerta, mirando con los brazos cruzados. Un hombre, ya todo un hombre, para nada el chico que solía recordar, el chico que apenas recordé.

–Jeon Jungkook. –me incliné hasta quedar sentada sobre la cama mirándole fijo.

–¿Hann Swan?

Ignoré todas sus palabras, mi concentración estaba dedicada en quitarme todos lo que me unía a la camilla, como el suero y censor de movimiento. No me interesaba permanecer más en el hospital.

–Trae mi ropa aquí, debo ir por mi hijo.

Terminé la última palabra segundos antes de mirar a Jungkook salir de la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas de golpe. Como si fuese una carrera, entró su relevo, bastante curioso y sorprendido al parecer.

–¡Amor!

Taehyung corrió despreocupado hacia mí, dejando chocar su pesado cuerpo contra el mío, manteniendo mi equilibrio gracias al agarre de sus brazos en un abrazo.

Imbécil.

–Kim Taehyung.

–Luces molesta, ¿te duele mucho aún? –se separó echando un vistazo a mi torso–. Jungkook dijo que caíste de las escaleras.

Recitó el hombre que tenía frente a mí ya no era un niño. Sus facciones, voz y postura son ahora más firmes. El tono de su voz, sus palabras y su agarre solamente me hacen creer que es tan bueno para ser cierto.

Esto no es un borrón y cuenta nueva, Taehyung.

–Suéltame, Kim.

–¿Te lastimé?

–No.

No, no sabes cuánto en realidad.

–Llamaré a mi hermano para que te revise. –se separó de mi dando unos pasos hacia la puerta.

–En realidad espero a Jungkook, ¿podrías irte?

–¿Por qué él? –me miraba lo que parecía confundido.

El castaño que hace un momento había salido regresó con mis cosas, en el momento correcto.

–Espera, ¿te irás? –Taehyung preguntó en mal tono.

–Kook y yo nos iremos. –respondí al fin.

–No puedes llevarte a mi esposa, Jeon. –pronunció con autoridad.

–Ella es quien me lleva, tonto. –se excusó el otro chico con las manos en sus bolsillos.

La escena de drama que ha hecho Taehyung me ha provocado una migraña temporal, siempre tan territorial, como si no hubiese pasado nada… La amnesia le vino como anillo al dedo.

El mirar el atardecer a través del vidrio del auto me hacia pensar muchas cosas, como el donde podría encontrar a Taemin. El no tener recuerdos desde aquel día del dos mil quince me hace llorar.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora