• PARTE 052 •

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Debido al cambio de horario, ahora mismo no parezco tener nada de sueño. Esa frescura fue la misma que me hizo ver a Min YoonGi con la peor cara que pude verle antes, parecía estar molesto y anonadado, un show.


–¿A qué te refieres con eso? –caminó hacia a mí rodeando la barra–. No tienes idea de lo que dices.

–Si mi padre cae, voy a caer con él, –me puse de pie en cuanto quedó frente a mí–, me duele que mi hermano y los Kim estén buscando derribar a mi padre porque entonces yo debo vencerlos a ellos mucho antes.

–Hann, sé que lo que dices es por amor a él pero, no sabes quién es tu padre.

–Suga, ve por todas las maletas que están en el auto, –di un sorbo a mi bebida–, quizá después me entiendas mejor.


El chico que estaba frente a mí no parecía el mismo con quien solía relacionarme, este parece pacifico y cedió ante mi pedido, salió del lugar trayendo a la casa todas y cada una de ellas, quizá con más rapidez de la esperada.


–Deseo que sean vestidos realmente, Hann. –dijo dejando caer la última frente al sofá, cayendo él sobre el mismo–. Por favor, dime que son vestidos.

Realmente luce distinto, ¿él sabrá quién es mi padre realmente? Me acerqué y abrí lentamente los cierres de las mismas, dejando a la vista el dinero que había en todas y en cada una, exceptuando en la que he llevado mi equipaje.

–Aquí hay unos millones de dólares, distribuidos en estas maletas. –solté.

–Esto tiene que ser una jodida broma, Swan. –le vi echar un vistazo a las maletas–. No puede ser esto en serio… –dijo colocando sus mando en el rostro.

–Estoy tan involucrada en esto, ayudo a mi padre.

–¿Ayudar en qué?, maldita sea, Hann Swan. –se puso de pie dando una patada a una de las maletas en el suelo–. Esto es más de lo que mi padre gana en un año, incluso podía decir que es más de lo que todos nuestros padres ganan en un año.

–Te explicaré…

–NO, HANN SWAN. –levantó la voz y me dio un empujón cayendo al sofá–. Desapareces una semana y ¿simplemente regresas con aproximadamente treinta millones de dólares?

–Sí.

–¿Cómo, por qué, cómo?

–Antes… necesito de tu ayuda, dejar esto aquí y ocupar este sitio para continuar.

–¿Continuar qué?

–Mi padre no sabe que he negociado con esta cifra tan alta.

–¿Negociar qué? Niña tonta, ahora creo que estoy con un gánster realmente.

–¿Me delatarás?


Caminó a la cocina sin decir una sola palabra, parecía estar asimilando la situación. Conozco esa manera de apretar los puños, conozco esa mirada batalla interna.


–No, no lo haré.

–¿Me ayudarás?

–Habla de una vez. –regresó a la sala dejándose caer en el sofá–. Te escucharé.

–Mi padre me ha pedido que colabore con el en un negocio familiar que tiene planeado para ya mismo, –suspiré–, quiere crear un casino aquí en la ciudad.

Le vi cerrar los ojos con cansancio.

–Sigue.

–Acepté colaborar con él, si es que se le puede llamar así.

–¿Por qué? Me imagino que solamente te utilizará para ser quien viaje y traslade todo este dinero. –suspiró–. Ahora que lo dices, se compraron las propiedades que están a un costado de la ciudad, cerca del hospital... Supimos de un empresario que las compró pero, no apostamos a tu padre, él no pudo haber pensando en un sitio tan estratégico.

–Tienes razón, Suga, mi padre no lo hubiese pensado, –reí nerviosa–, quien compro esa propiedades fui yo.

Lo vi volver a poner sus manos en el rostro recostándose en el sofá.

–El proyecto del casino lo llevaré a cabo yo misma. –añadí–. Diseñé desde la infraestructura hasta el modo de finanzas, tengo un sistema perfecto que comenzará a trabajar el lunes, los trabajos de remodelación están sistematizados para el próximo viernes, junto con la licencia para tener un simple bar.

–Hann… –dijo sin agregar nada más.

–Este proyecto es muy costoso por los sobornos que se tienen que pagar, todo el equipo de seguridad, la caja fuerte que será quien respalde las grandes apuestas que planeen hacerse. –dije–. He conseguido a un importante inversionista en Vancouver, su aporte fue de veinte millones de dólares.

Le vi incorporarse en su asiento sin dejar de mirarme, parecía mucho más serio que la principio.

–¿Por qué veinte millones?, pudo haber sido menos de la mitad. –preguntó elevando una ceja.

–Le he dicho de un casino también en Daegu, accedió y me dio el efectivo.

–Daegu… Hann, tú no conoces ese sitio, ¿cómo podrías burlar la autoridad de allá?

–No lo haré, es una locura. –me puse de pie–. Ese dinero lo invertiremos en la bolsa.

–No puedo creer que ese hombre te diera todo ese dinero siendo simplemente una niña hija de Gaem, pudo ser más prudente darlo a JiYong.

–GD no está involucrado ni enterado. –solté–. Y usé una identidad falsa para negociar, soy Hishida Yui, Japonesa.

–¿Cómo diablos conseguiste esa identidad?

–Mi padre me ha dado cuatro, Yui, Scarlett, Sky y Arabella.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora