REFLEJO ➳ Kim Taehyung

• PARTE 077 •

El resto de la noche transcurrió con normalidad, todos al final estábamos riendo y recordando algunas cosas de cuando solíamos ser menores, todos recordábamos lo mismo. Incluso pude mirar a Taehyung reír con Min YoonGi, Hoseok abrazaba a todos, Sehun y su esposa se retiraron temprano, mi hermano como siempre siendo la niñera de todos, Jimin y Jungkook no paraban de abrazarlo y decirle Oppa, como cuando solíamos ser pequeños. Kai, JiYong, SeokJin y Min YoonGi hablaban como cuando hubo una fiesta en mi jardín hace años, unidos, como si no hubiese perezas.

Supongo que el orgullo no lleva a nada... ¿debería quizá...? Miraba de vez en cuando a Tae quien también me miraba, como siempre...

Pude respirar un poco de paz durante un par de horas, definitivamente fue un buen cumpleaños después de todo.

–¿Podemos pasar la noche aquí, JiYong? –llegué hasta el jardín donde estaba mi hermano fumando en soledad–. Es decir, todos están ocupando las habitaciones... ¿hay problema?

–Esta es tu casa, Hannie. –volteó la vista hacia mí–. Deberías ir dentro, es muy tarde.

Era cierto, eran aproximadamente las tres de la mañana, después de haber comido y bebido un poco, todos ocupaban un sitio en la casa.

–Quiero estar un momento contigo... Creo que hay algo de lo que debemos hablar. –susurré.

No tuve respuesta, en su lugar extendió a mí su cajetilla de cigarrillos.

–Toma uno, acompáñame. –me dedicó una sonrisa.

Segundos después ambos estábamos fumando mirando el mismo punto fijo en el jardín. El árbol donde solíamos jugar de niños.

–Así que es verdad… Has recordado todo, pequeña Sofi. –irrumpió el silencio.

–¿Quién te lo dijo?

–Lo supe al verte cruzar la puerta de la casa, tienes la misma mirada que la última vez que te vi hace años. –dijo sin mirarme–. Incluso fumas como antes, recordaste tus malos hábitos también.

–Te explicaré cómo sucedió todo.

–No es necesario, lucecita. –me miró al fin–. Pudiste ocultarle cosas a todos, incluso a Jeon Jungkook pero a mí no.

¿Qué estará pensando?

–Lo sabes todo, ¿no es así?

–Pude cuidarte de todos, de nuestro padre, del mundo entero pero jamás de ti misma. –soltó en tono nostalgico–. Fuiste muy buena en los negocios pero, una pésima mentirosa.

–JiYong...

–Cuando estudiabas los libros de Chae en tu habitación todos los días con Jungkook me traía recuerdos de cuando subías a la alacena de la casa por las galletas que te había prohibido comer, –sonrió–, decías no tener idea de dónde podrían estar mientras tenías los brazos atrás a manos llenas de galletas. –me miró sonriente–. También de aquella vez cuando estábamos jugando en ese árbol, caíste e intentaste ocultar tu fractura de brazo por largos diez minutos... Mi principal motivación para estudiar medicina, supe que me necesitarías siempre.

–Y no demoraste en llevarme a curar mi brazo al hospital. –reí un poco–. Siempre has procurado cuidarme.

–Ese es mi propósito de vida.

–Lamento haberte ocultado tantas cosas, JiYong. –dije en voz baja–. Quería ser yo quien pudiera cuidarte, cuidarte de nuestro padre.

–Supongo que quieres una explicación del porque estaba con Gaem estos últimos días.