• PARTE 121 •

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Caminé casi corriendo hasta la habitación donde estaban mis hijos, dormidos ya.

Han dormido antes pero, ¿descansado? A su manera pero, jamás han parado… Tener una vida plena es lo que se merecen.

No me canso de decirlo.

Me recosté a un costado y Taehyung enseguida entró a la habitación colocándose del otro lado. Atrapó a NaHaeun entre sus brazos y se acurrucó con ella fijando la mirada en mí.

Ninguno de ambos emitió palabra alguna.
Miré por la ventana el anochecer que era orquestada por las respiraciones de mis hijos dormidos.

—Dame una semana, HannSwan.

Susurró distrayendo mis pensamientos, lo cual me hizo voltear a verle.

—¿Una semana para qué?

—Te demostraré que podemos reconstruir la familia, que esto funciona.

Estiró su mano a forma de invitación, sé que ha pensado tanto, tanto como yo.

Un intento más nunca está de más.

—Espero esta semana podamos unificarnos más. –tomé su mano la cual se unió a la suya en el aire, sobre nuestros hijos aún durmiendo.

—Daré todo mi esfuerzo porque así sea. –susurró.

Le pido al cielo porque las cosas resultan salir bien.


El día de ayer Jimin ha traído a la casa el álbum de fotos de NaHaeun, anudado a sus pertenencias de mayor valor sentimental, cuando vinieron todos a cebar. Taehyung ofreció una comida donde todos asistieron, a nuestro tercer día de estar juntos.

A pesar de tener habitaciones disponibles, los niños duermen en una todos juntos. Algunas veces Dae-hyun toma siestas con nosotros mientras los niños juegan en la sala, supervisados por Taehyung y a veces por mí.

Es enternecedor.

En la cena jamás se mencionó nada del pasado, es como si no hubiese ocurrido nada.

Casi aterrador.

—Aquí estoy en Disneyland, fui con tío Min y su novia. –NaHaeun nos mostraba una de sus fotos.

—También he ido, es divertidísimo. –XionYong agregó–. Mi papá me ha llevado en mi cumpleaños.

—Dice tío Min que tu cumpleaños y el mío son el mismo día, ¿puedes creerlo? –la niña preguntaba alegre.

—Sí pero, pasaron cosas horribles y no podíamos estar juntos. –Yong respondió naturalmente.

Dios.

Taehyung quién se encontraba en el sofá de enfrente me miró casi tan sorprendido como yo.

—¿COSAS HORRIBLES?

La niña cuestionó y de inmediato me levanté del sofá caminando a la cocina de la casa, dejando la triste escena atrás.

Soy una cobarde, no sé cómo podría explicar los cuestionamientos que ahora tendrá NaHaeun cortesía de los comentarios tan involuntarios de Yong. No lo puedo culpar pero, ¡maldita sea!

—Les he mandado con una empleada a tomar un baño, está todo bien…

Taehyung con su singular voz habló a mis espaldas, quizá tratando de calmar mi preocupada expresión que encontró al verme sentada en la barra de la cocina.

—No soporto que Yong tenga tan presente esos pensamientos, Tae. –dije con toda la tranquilidad que podía poseer en ese momento–. Es un puntual recordatorio de que no podríamos seguir como si nada pasara.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora