• PARTE 085 •

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Conduciendo a la máxima velocidad permitida por estas manos que no dejan de temblar, estoy siguiendo el automóvil de Taemin, en el vehículo que voy conduciendo se encuentra en el asiento del copiloto mi hijo y en el asiento trasero Jin quien trata de parar la hemorragia que está sufriendo mi hermano a causa de un disparo que recibió en el torso.

El teléfono de Jin comenzó a sonar y enseguida el respondió la llamada poniendo el altavoz.

—¿Señorita Kwon?, debemos ir al hospital que está a las afueras de la ciudad, la policía ha llegado al lugar donde están todos los cuerpos. –la voz de Taemin al otro lado de la línea habló.

Todos los cuerpos

Sí, incluyendo el de Kai...

—No, mi hermano requiere hospitalización inmediata. –rechacé la propuesta.

—Hann... –la voz de mi hermano en el asiento trasero del automóvil atrapó mi total atención–. Permite que Jin conduzca y ven aquí.

Dejé el celular a un lado aún con los chicos en la línea y me detuve un momento para hacer el cambio de conductor.

Me senté y coloqué la cabeza de mi hermano con mi regazo, apretando fuertemente con una toalla la herida evitando que la hemorragia continúe.

—JiYong, debiste dejar que... –susurré.

—Quiero ver a Yong.

Oh, se refiere a él niño.

Con mi mano libre atrapé al bebé torpemente lo cual le hizo comenzar a llorar nuevamente. Dios, no recuerdo que haya comido algo desde ayer mi hijo.

—SeokJin, conduce hasta el hospital que está a las afueras de la ciudad. –indicó mi hermano con desaliento y debilidad–. Y vuélvete sordo un momento.

Jin sin ninguna expresión siguió conduciendo obedeciendo a mi hermano.

—¡No!, debemos ir al hospital ya. –dije siendo ignorada.

—Vamos, Hann... –susurró–. Dejame ver a mi sobrino.

Incliné al bebé que parecía cesar el llanto justo cuando lo coloque sobre el pecho de mi hermano, intenté moverle porque podría lastimarlo pero, él simplemente pidió dejarlo ahí unos momentos.

—Recuerdo esa tarde en la que decidiste que llevaría mi nombre... –apenas fue audible su voz–. Querias que lo tuviera porque sería un Dragón más protegiendo a la princesa.

—Que buena memoria tienes, hermanito, eso fue hace diez años.. –dije apenas con tristeza.

—¿Diez? –cuestionó con dificultad–. Para mí siempre serás la princesa que hay que proteger.

El tono de su voz, su respiración y la manera en la que se esfuerza queriendo aparentar vitalidad me rompe el corazón de mil maneras. Me duele muchísimo algo en el pecho, hubiese querido ser yo quien ahora esté sufriendo.

—¡VAMOS, DATE PRISA SEOKJIN! –levanté la voz.

—Hann... Él y yo sabemos que el disparo que... aunque se de prisa, aunque vuele, es inminente eso que tanto temes. –sufría por decir mi hermano.

—Es un milagro que incluso esté hablando ahora mismo, Hannie. –Jin dijo con mucha seriedad.

—¿Tú no tienes miedo? –cuestioné entre lágrimas a mi hermano acariciando su rostro.

—Dame un beso, como cuando éramos niños. –pidió.

Me acerqué y con la mano manchada de sangre acaricié su rostro, sus mejillas, sus parpados, dejando un camino de besos por sus mejillas, nariz y frente.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora