• PARTE 025 •

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Me quedé en el sofá junto a Jungkook mientras todos parecían hacer cosas en el jardín.

-Min YoonGi envió algo para ti. -soltó de la nada-. Aunque Tete es mi mejor amigo, esto parece ser importante.

-¿Hablaste con él?

-Baja la voz, esto es secreto.

-¿Qué envió? -susurré.

-Esto. -lo vi sacar una nota de su bolsa trasera del pantalón-. Sé discreta y echa un vistazo.

-Actúas como si fuese algo malo.

-Quizá hoy entiendas porqué. -me miró fijamente mientras susurraba-. No preguntes más.

-¿Cómo estaba él?

-Uhm... mal. -negó con los ojos hacia abajo-. Mejorará, él siempre mejora.

-Fui mala al irme, ¿cierto?

-Es lo que debes hacer, él en el fondo lo sabe.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-No ha venido a buscarte, no te tomó por la fuerza aquél día, no ha intentado matar a Taehyung. -explicó-. Él es el chico que lo hubiese hecho por ti pero, sabe que debes hacer esto... Su mal semblante es una lucha interna.

-¿A qué te refieres?

-Si todo sale como esperamos, lo entenderás, ya te mi he dicho.

Le dediqué una media sonrisa y abrí la nota que me mandó no sin antes caminar hacia la ventana para estar sola.

-Debería tener un teléfono celular, todo sería más fácil.


Hann;


Sólo tú tienes la respuesta, búscame cuando regreses.


Suga.


¿Esto es...?, ¿sólo eso?

Definitivamente necesito un teléfono celular para este tipo de respuesta.


-Hann. -el chico que estaba a mi lado, estaba de pie frente a mí.

-Jungkook.

-Más que mi mejor amiga fuiste mi cómplice en muchas cosas, -hizo una pequeña pausa y tomó mi mano para caminar hacia las escaleras-, Confiabas mucho en mí.

-Me inspiras confianza incluso ahora.

Subimos las escaleras quedando a mitad de las mismas, lo tenía frente a mí, dos escalones más arriba.

-Cuando éramos adolescentes jóvenes me defendiste muchas veces de quien intentó intimidarme, pasamos muchas cosas juntos. -alcanzó con sus dedos mi barbilla-. Te debo muchísimo y hay una promesa que cumpliré.

-¿También me darás una rosa hoy?

Lo vi reír y dirigir la mirada al jardín donde aún estaban todos.

-¿Recuerdas que en la fiesta te comenté que yo era el cerebro de todos estos tipos que nada pueden hacer bien?

-Sí, lo recuerdo bien. -ahora yo reía-. Quizá debas cambiar tus movimientos.

-No puedo hacerlo porque sigo indicaciones también, hay alguien que mueve las fichas mejor que yo.

-¿A qué te refieres?

-Estoy cumpliendo con todas las indicaciones que tú me has dado.

-Jungkook, sé claro.

-Aunque hay muchas cosas que no entiendo, -sacó de su bolsillo lo que parece ser un espejo de mano y un frasco pequeño-, Tú me has dicho que haga esto exactamente.

Me tomó de los hombros y puso frente a mí el espejo, lo vi abrir el frasco y lo acercó a mí nariz.


-¿Qué es todo Jungkook? -intenté alejarme pero me tomó con más fuerza aún.

-No tenemos tiempo, por favor... -lo escuché pasar saliva-. Sólo aspira el aroma profundamente una sola vez.


Clavé mi vista en la suya unos segundos antes de hacerlo, era una aroma muy agradable pero hizo que sintiera las piernas y brazos pesados.

Aroma a naturaleza.

Enseguida con la misma fuerza me dio la vuelta y acercó el espejo directamente a mí.

Por alguna razón, no dije nada, el aroma me dejó sumamente relajada incluso para poder hablar.

-El matiz del amanecer puede traer así mismo el atardecer en un abrir y cerrar de ojos.

No tuve consciencia del tiempo que ocurrió antes de sentir un gran golpe en mi espalda que me hizo rodar por las escaleras hasta que perdí cualquier contacto con la realidad.





[...]


REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora