• PARTE 095 •

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Desperté agitada y con un gran dolor en mi parte intima haciéndome difícil sentarme sobre la camilla donde me encontraba.

¡Mi hijo!, ¡Gaem!, ¡Taehyung!

—Hann, ¿puedo pasar? –vi a Shia asomarse por la puerta de la habitación–. Es decir, ¿podemos entrar?

—¿Quienes...

El ver entrar a mi socio con un bebé en brazos me provocó lo más cercano a una anestesia la cual me permitió sentarme y estirar los brazos casi axiomáticamente.

—Hann, Jungkook me entregó a tu hijo, ha salido hace dos horas de observación. –se sentó a mi lado con el niño en brazos.

—Entonces fue niño... –susurré.

—¿Jamás realizaste algún otra sonido? Creí que lo tendrías todo contemplado.

—Bueno, no... Es decir, Jungkook y yo quisimos mantener el factor sorpresa.

—Supe que el padre era el menor de los Kim, no tendría porqué influir Jeon Jungkook. –dijo en voz baja–. ¿Quieres cargarlo?

—¿Puedo?

–Es tu hijo, es tu deber hacerlo.

—Sí. Estoy casada con Kim Taehyung. –respondí mientras sostenía al niño entre mis brazos.

—En tus documentos no dice eso...

—Estamos casados simbólicamente en Japón, hace algunos meses. –sonreía al niño–. Nuestro aniversario sería el cuatro de Enero.

—¿Sería?, ¿se han divorciado?

—Simbólicamente también me he separado de él. –reí débil.

Dejé de prestar atención a sus palabras y me dediqué a mirar a mi hijo, sus manitas, ojos aún cerrados, labios moviéndose al compás de su sueño. Esto es lo mejor que he podido crear.

—¿Sigues ahí? –Shia agitaba su mano en el aire frente a mis ojos.

—Disculpa, me he perdido. –me excusé entre sonrisas–. Esto es maravilloso.

—¿No crees que olvidas algo?

¿Uhm?

—¿Qué sería?

—Vi a el menor de los Kim en la sala de espera y a decir verdad, el también parecía no saber el sexo del bebé. –se encogió de hombros–. Le vi sostener globos color rosa y azul en la sala de espera.

Esto es increíble.

—Quiero que se marche. –respondí seca apretando un poco a mi hijo sobre mi pecho.

—Kwon...

—Sí, eso quiero, que se marche.

—Cuando nació mi hijo mi esposa estaba molesta conmigo, yo había cometido un error casi irremediable pero... Mis disculpas eran sinceras. –hizo una pausa mientras miraba al suelo–. Ella me perdonó y me dio la oportunidad de estar con ellos.

—Es distinto, Shia...

—El amor de padre y esposo es mucho más grande que los errores. –sonrió débil–. Yo estaba dando todo de mí para que mi familia fuese sana, prospera, feliz y amada... Ellos murieron y sé que nadie jamás podrá llenar ese lugar.

—Siento mucho eso... –estiré una de mis manos hasta llegar a su mano-. Shia...

—Si crees que él no merece ninguna oportunidad de ser escuchado, o mirado si quiera; yo mismo puedo pedirle que se vaya. –cerró los ojos lentamente–. Pero, si cometió una falta, quiero que sepas que no hay castigo más doloroso que el desdén emocional.

REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora