• PARTE 118 •

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Se quedó totalmente quieto sin emitir palabra, esperando alguna respuesta de mi parte.

—¿Estás pasando por alto el hecho de no saber qué Dae era tu hijo?, ¿no me cuestionarás nada?

Suspiró fuerte y volteó la mirada hacia mí, aún con Dae en sus brazos.

—Olvidemos todo, esta vez elijo la amnesia voluntaria.

Amnesia voluntaria. Dios mío…

—Perdóname por todo este sufrimiento que ha durado tantos años.

—Ahora no, Hann…

—Ahora sí, Taehyung.

Vaciló la mirada un par de segundos y entregó a Dae en brazos de Yong.

—Lleva a tus hermanos a la sala con los demás, por favor. –indicó al niño y tomado de la mano salió con sus hermanos–. Toma asiento, Hann.

Obedecí tal como si fuera una recibir un regaño, esta vez estaba dispuesta a hablar claramente con él. Con este nuevo y más maduro Taehyung al parecer…

—No tengo preguntas ni dudas sobre Dae-hyun. Así no fuera mi sangre, es tu hijo lo cual me hace amarlo.

—Entonces no crees en la veracidad de lo que te han dicho.

—Creo que es mi hijo, solamente porque no me lo has dicho tú. –caminó hasta el asiento detrás del escritorio del sitio–. Y antes de que deduzcas que es porque no te crea a ti, es porque siempre te has empeñado en ocultarme cosas… tienes una manera muy absurda de protegerme.

—El que no te diga las cosas es un acto de amor. –dije firme.

—No, Hann. Un acto de amor es que me des la confianza de hacer las cosas juntos, de que yo hubiese sido ese refugio que tenias en YoonGi, que yo hubiese sido el refugio que buscabas en Jungkook o el apoyo estratégico que tenías en Taemin. –se inclinó hacia mí dejando un rastro de tristeza en sus palabras.

Me ha dado la paliza de mi vida con esas simples palabras.

—No sabía cómo hacerlo… –susurré.

—Comencemos hablando.

—¿Cómo podría?

—Tú has asesinado a MoonByul, ¿es cierto? –preguntó inmutable.

—Sí.

Cerró los ojos dejándose recostar en la silla la cual se inclinó hacia atrás con su peso.

—Bien.

—Ella te importaba, ¿cierto?

—Me funcionaba estratégicamente.

¿Eh?

—Sé claro, por favor.

—Estaba seguro que ella sabría algo… quería estar seguro de que no estabas muerta y sobre todo, que yo no te había hecho daño.

—Querías que ella deshiciera la hipnosis que te habían hecho, ¿verdad?

—Sí. –se inclinó nuevamente hasta el escritorio–. De alguna u otra forma ahora estas aquí y si me permites, quiero olvidar todo eso.

¿Olvídalo todo? Que estupidez.

—Hay muertes que no me permiten hacer eso, no puedo simplemente asumir que no existió todo esto.

Estoy molesta.

—La muerte de tus padres, del mío, de Shia, tu hermano, Chae, Kai y un sinfín de escoltas en los últimos años y ahora de MoonByul. Las tengo presentes, no soy un monstruo para olvidarlo así nada más.

—Todos dijeron que eras alguien tan ruin en esta actualidad… Dejaste preso a Suga, sin mencionar lo que has hecho…

—CÁLLATE.

Me interrumpió dejando su asiento para caminar hasta a mí.

—No me habías hablado de esa manera jamás.
Me puse de pie quedando frente a frente, no estaba entendiendo esto en lo más mínimo.

—No quise hacerlo con la intención de perjudicarnos, tampoco de hacerles daño. Quería hacer las cosas a mi manera por primera maldita vez, Kwon. –tomó mi rostro entre sus manos–. Funcionó, mita todo a nuestro alrededor, yo he construido un imperio, una fortuna tan grande como para ser yo quien tenga el control de las cosas… Evitando que gente mala como el señor Jung, papá de Hoseok.

Dios mío.

—¿El papá de Hoseok?

—La razón por la que dejé vivir al mismo, es porque sé que al igual que tú, el fue un instrumento para su familia. Todo el infierno que dices haber ocasionado fue porque quería la fortuna de tu familia, usando a su hijo y a ti para dañar a tu padre. Controlando la mente del señor Gaem controlaría todo… Al estar bajo su dominio el único que era ingobernable era JiYong, tu hermano, sabían que él era el único obstáculo para todo ello, y la única manera de evitar que se entrometida era manteniéndolo ocupado contigo… Él haría todo para protegerte. –se separó de mí un par de segundos–. Incluso morir por ti.

MI hermanito…

—¿Eso es verdad?

Es imposible no llorar, mi hermano ha muerto por dinero… Por ser el eslabón más fuerte.

—Sí, logré descubrir eso de la voz de la misma MoonByul, era familia cercana de esos monstruos, incluyendo a mi padre. –se acercó nuevamente a quitar una lagrima de mi barbilla–. Sé que te duele esto pero debo continuar.

Asentí apretando la mandíbula.

—Las cosas no hubiesen ido tan lejos si no hubiesen mezclado la hipnosis. Realmente protegiste os interés de tu familia con todo este enredo. No lograron quedarse con nada, tu hermano estaría orgulloso de tus movimientos. –dio la vuelta caminando hacia el escritorio nuevamente.

—No me interesa lo material pero… Igual todo se ha perdido. –dejé de llorar mostrando un tono ahora más tranquilo–. No ganó nadie.

—Te equivocas. –mostró unos documentos que sacó de abajo del mismo mueble en el que recargaba los brazos–. No has perdido nada porque estás son tus acciones, son las acciones de Yong y las tuyas invertidas en mis negocios. Han crecido con los años…

¿Qué?

—¿Tenías todo esto listo?

—No precisamente. –extendió el sobre hasta a mí esperando que lo sostuviera–. Echa un vistazo.

Obedecí y tome entre mis manos los documentos, estudiando las cifras… Taehyung es un buen inversionista. Desconocía que era tan bueno en ello.

—No lo quiero. –dije al fin.

—Es tuyo.

—No quiero algo que provocó toda la tragedia que acogió a mi familia. –lancé los documentos al suelo–. Ni siquiera sé porque has empeñado tu vida actual a esto, ¿es importante para ti?

—Ya te he dicho que es importante para tener el control de las cosas. Tú más más nadie sabe que el dinero abre puertas, puertas que se necesitan para encontrar a tu familia… Como fue mi caso.

Tiene razón pero…

Di la vuelta dándole la espalda, recargando mi cuerpo en el escritorio.

—Taehyung, solamente quiero estar en paz. Quiero que mis hijos vivan en plenitud, que la única fortuna que gocen sea la de tener una familia.

Caminó rápidamente hasta quedar gente mío nuevamente. Abrió un botón más de su camisa dejándome ver su pecho, tomó una de mis manos y la coloco sobre su pecho.

—Te quiero jurar que está vez será así… así como también te quiero pedir perdón por lo que estoy apunto de hacer.

Se acercó lo suficiente como para confundir respiraciones, aún con su mano sobre la mía en su pecho, recargó su frente sobre la mía e hizo un ligero roce de narices antes de suspirar sobre mis labios.

—Te deseo igual o más que el primer día.

También se siente como la primera vez.

[…]



REFLEJO ➳ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora