REFLEJO ➳ Kim Taehyung

• PARTE 034 •

El día de hoy no puedo ir a clases, he amanecido con resfriado terrible. Mi hermano ya me ha traído mis medicamentos, gracias al cielo él es médico y no tuve necesidad de salir de casa, no tengo ánimos para ver a nadie que no sea mi hermano.

Me quedé como nunca pensando en todo lo que ocurría actualmente, dejando el asunto de mi padre por un lado, debo concentrarme en lo que importa ahora; recuperar mi amistad con los chicos y saber qué rayos le ocurre a Taehyung.

–Hey, pequeña floja. –Hoseok entró como si nada a la habitación–. He traído tus tareas del día de hoy.

–Oh, no… –cubrí mis ojos con ambas manos–. No tengo ánimos para deberes.

–Hoy tendrías un actividad fuera de clases con un grupo de personas, entre ellas está Jungkook. –soltó mientras tomaba asiento en la cama–. Puedo ir por ti, si estás muy indispuesta.

Es mi oportunidad.

–Debo ir, ese trabajo es importante. –dije y me levanté de la cama–. Puedo hacer eso.

–¿Segura? Luces muy mal.

–Sí, claro.

Me siento peor que nunca pero, más motivada que siempre.

–Aunque siento que es una mala idea, te llevaré. –se levantó de la cama–. Te esperaré en el auto.

–¿Conduces? –dije antes de entrar al sanitario para poder cambiar mi pijama–. ¿O vino contigo un chófer?

–Conduzco hace un mes, gracias por notarlo.

…

No quise perder tiempo y al momento en que llegamos al sitio corrí dentro, Ismael dijo que esperaría en el automóvil.

–Kwon, estás aquí. –una compañera del colegio quien estaba en el equipo, me saludó con la mano–. Jung nos dijo que estabas enferma.

–Lo estoy pero, tengo mi mascarilla. –señalé mi cubre bocas–. Podemos continuar ya.

Tomaba asiento cuando miré llegar a Jungkook, caminaba lento hacia la mesa con su mochila sobre el hombro, se veía preparado incluso más que yo; no traje ningún papel para hacer un apunte. Debo admitirlo, vine por él, no me interesa el proyecto.

–Kook.

Me ignoró.

–Bueno, comencemos… No tengo mucho tiempo. –otro compañero interrumpió el silencio incomodo–. Kwon se encargará de redactar y nos lo puede enviar a través de e‐mail.

–Claro. –respondí.

–Estoy de acuerdo. –dijo la misma compañera de hace un rato.

–Deberías irte ya de ser así. –Jungkook dijo sin mirarme–. No eres necesaria ahora.

–Pero… –fui interrumpida antes de poder decir cualquier cosa.

–Te esperan afuera, ¿podrías dejarnos continuar? –al fin me miró diciendo de la manera más cruda posible.

Quisiera tener un poco de dignidad.

–¿Podemos hablar, Jungkook? –pregunté sin pensar.

–¿Sobre qué?

–Dame un momento por favor, no insistiré más. –pedí.

Los otros dos chicos nos miraron y enseguida se miraron entre ellos. La cafetería donde escogieron hacer el proyecto, estaba casi vacía, perfecta como para concentrarse.