Hallie
Voy. A. Matarla.
Entro a casa con la cara hirviendo y dando un portazo. Mis padres están uno contra el otro con una película en el televisor. Papá hunde las cejas al mirarme, sus ojos, que son del mismo color que los míos, me miran con… ¿curiosidad? le doy una sonrisa como disculpa y cuando él se voltea mis ojos recorren el lugar lado a lado como si fueran un escáner.
La encuentro saliendo de la cocina, nuestras miradas se clavan y ella abre los ojos y suelta una pequeña risa que hace que mi enojo incremente aún más.
Esa…
—¿Por qué estas tan roja?—pregunta con burla.
Aprieto la mandíbula.
Y cuando voy directo hacia ella, Lori grita, se escabulle a mi lado y corre cuesta arriba por las escaleras. Ni siquiera sé porque lo hace, si hubiera una pelea ella me ganaría.
Supongo que así es más divertido, así que yo también me echo a correr.
Se pierde en una de las puertas de la segunda planta, es fácil saber a dónde ira, así que yo también entro a su cuarto.
Solo nos separan un par de pasos y cuando nuestros ojos se vuelven a encontrar, una de sus cejas se alza. ¿Por qué esto parece más un trampa?
—¿Qué hay de todas esas citas, Hallie? —cuestiona con firmeza, mirándome con la barbilla alzada.
¿Citas?
Su cabeza se ladea, pero sus gestos se ven tan imperturbables como una estatua, el pulso se me incrementa por la mirada que me echa, agacho la cabeza y me paso la lengua por los labios, repentinamente secos.
Cuando la enfoco de nuevo, noto que aprieta las comisuras para no sonreír. Me aclaro la garganta, en un intento de sentirme segura.
—¿Citas? ¿Cuáles citas? —dije, sintiendo sus ojos fieros examinar cada parte de mi rostro, ella levantó una ceja como respuesta. Chasque la lengua. —Es en serio Lori, solo porque es guapo…
Me detengo aunque sé que ha sido demasiado tarde, pues una sonrisa lenta y casi de satisfacción se forma en sus comisuras.
La cara se me calienta. Y es que la conozco, a Lori nunca se le escapa nada. Más tonta no puedo estar.
—¿Qué dijiste?
—Nada —contesto, pero eso solo la hace sonreír más.
—¿Te parece guapo? —Pregunta ella con sorna.
—No… olvídalo.
—¿Y porqué estás sonroja…
—¡Que no!¡Ya cállate! —exclamo harta, miro a mi alrededor y me estiro para aventarle, sin muchas ganas, lo primero que tengo al alcance.
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Más Brillante
Teen FictionPara Hallie no es suficiente. Para Evan ya lo fue; y mientras ella quiere vivir, él se está muriendo. *** Hallie sabe muchas cosas; a qué universidad ir dentro de...