T r e i n t a y s i e t e

339 34 52
                                    

Hallie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hallie

—Si, claro —contesto, aunque no estoy muy segura de que lo he dicho... Es como si las palabras hubiesen escapado de mi boca sin consentimiento alguno.

Entonces, Carol asiente ligeramente antes de que yo la siga hasta la puerta, y cuando ya estamos adentro no nos detenemos hasta que llegamos a su comedor de tan solo dos sillas.

Tomo asiento y Carol tambien lo hace, pone la taza frente a ella y la veo poner sus dedos sobre la porcelana una y otra vez...
Me paso la lengua por labios, me esta poniendo nerviosa.

—...¿Carol? —le digo, colocando con suavidad mi mano sobre la suya y entonces su mirada se alza y me enfoca —¿Segura que todo...?

—Voy a contarte algo, linda, ¿Si? —agrega y yo asiento con atención, entonces carraspea la garganta. —Hace mucho cuando Evan estuvo en el hospital por ese incidente en el auto —Empieza y yo de inmediato lo recuerdo, como olvidarlo. —El doctor hizo unos estudios para saber si el cáncer se había extendido...

No.

—¿Extendido? —no puedo evitar preguntar, alterada y casi puedo sentir mi corazón golpeando fuerte contra mi pecho...

No obstante, ella niega y su mano que esta bajo la mía ahora se mueve para sujetarme, sus ojos me analizan con curiosidad solo unos  breves segundo.

—No lo hizo, no se ha extendido, ni nada. —añade y suelto aire que no sabía que estaba reteniendo, los hombros se me destensan —Todo... Todo esta bien en ese aspecto, él estaba tan estable, excepto por el incidente, claro, pero por eso me habló sobre actuar con rapidez... sobre la oportunidad de un trasplante de médula ósea que lo ayudaría tanto, que... —su cabeza se sacudió —Él tenía que seguir con la quimioterapia, incluso recetó nuevas drogas solo para este tratamiento, también teníamos que cuidar sus transfusiones... —ella, suspiro —Y ahora, ya es un buen momento.

Mis ojos se estancan en la mesa y entonces lo percibo, algo llenandome desde adentro de golpe, todo el pecho.

—¿Lo es?—susurro y cuando Carol asiente, los labios se me curvan sin siquiera pensarmelo —¿Enserio?

—Sí, pero...

—Eso es... —suspiro, sintiendo la voz llena de emoción —Eso es genial, él... ¿Cuando empezara todo...? Yo... Sabe que pueden contar conmigo para lo que sea, Carol, de verdad —le digo, apretando la unión de nuestras manos.

En eso, ella me sonríe, me sonríe tan ligeramente que la frente se me arruga con desconcierto.

—Es solo que...

—¿Hallie? —me llama él de pronto y tan solo oir el sonido de su voz hace que la alegria se multiplique dentro de mi pecho.

Y cuando giro y lo miro, ahí al pie de la escalera, creo que no puedo estar más feliz por él, así que le sonrío, una primera sonrisa real desde... Desde lo de Oliver, entonces él me corresponde, ligeramente, pero lo hace.

Más BrillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora