Capítulo 32

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Ver bajar el sol era algo magnífico que tornaba todo a nuestro alrededor de color anaranjado o ámbar, y aún más con sombras sorprendentes debidas a las hojas de los árboles que se juntaban unas con otras.

Me sentía querida, me sentía bien, segura… A pesar de toda esa explosión de emociones y experiencias en un mismo día, todo se desvanecía en la nada gracias a él.

Su sonrisa, sus palabras hacia mí, su pelo, sus ojos, esa impaciencia justificada, esos momentos fogosos casi mortales, su cuerpo, su manera de envolverme en sus brazos. Todo en Garou me parecía fascinante y adorable al mismo tiempo. Y era ya inevitable guardarme más tiempo mis palabras, era un nudo que luchaba con fuerza queriendo salir de mi garganta.

Intenté ignorar esa sensación y seguir concentrada en el resto del paseo, o lo que quedaba de él. Después de todo ya casi estábamos en el final y no quería separarme del Cazador.

Le miré intentando buscar su mirada, y sin embargo me encontré con alguien que ya me estaba observando atentamente, y sonreí:

-¿Por qué me miras así? -mis mejillas irradiaban un calor constante, pero lo que mas intentaba olvidar era el dolor tras estar todo el día sonriendo sin parar-

No necesitaba contestarme, ya era suficiente lo que me decían sus ojos pero de todas maneras lo hizo risueño:

-Me gusta hacerlo -pausó un momento antes de volver a hablar, parecía buscar las palabras correctas- Me tranquiliza tenerte a mi lado, saber que estás ahí.

Quise girar la cara hacia el lado opuesto para tapar mi boca con fuerza y gritar hasta quedarme sin garganta. Todo parecía un sueño, y al contrario que con cualquiera  podía ver sus intenciones. Un cristal incoloro que brillaba más a cada segundo:

-Quiero estar ahí, Garou -aseguré llegando a una zona tranquila dónde estar a solas, para disfrutar de la puesta de sol-

-Yo también, todo lo que pueda ____(TN).

Garou se sentó a los pies de un árbol, recostando su espalda en este e invitándome a sentarme de manera que él me rodeara con sus brazos y arropara de una cómoda manera:

-Es cómo si el día hubiese sido más largo ¿verdad? -miré hacia atrás encontrándome con su rostro iluminado, marcado por una sonrisa- Y…ahora mismo siento que se termina muy rápido.

Darme el lujo de recostarme y acomodarme en él mientras me abrazaba por la espalda era una sensación tan cálida y agradable que pensaba que estaba viviendo un sueño:

-¿Terminar? -fingió parecer perplejo- No lo voy a permitir, jamás.

Reí un poco:

-Una cita si, pero esto no -busqué su mano, con intención de entrelazar nuestros dedos en una unión perfecta-

Suspiré de nuevo, dejándome llevar por la brisa y el aura de cuento de hadas que había allí, estaba todo tan silencioso que podía jurar escuchar el corazón del Cazador palpitar con fuerza. De repente, un vago pensamiento cruzó mi mente al mirar las nubes:

-"Debo hacerlo" -pensé con seguridad-

Suspiré de nuevo, esta vez para obtener el coraje necesario. Miré hacia nuestras manos unidas y decidí ponerme de frente a Garou. Posicionando mis piernas a un lado encogidas y nerviosa, poniendo mechones de pelo tras mi oreja derecha:

-G-Garou ehmm… -me costaba mirarle, estaba segura pero era una certeza que mínimamente podía ser falsa y eso me aterraba-

-¿Si? -alargó sus palabras, al verme tan avergonzada. Casi conociendo de ante mano lo que pasaba por mi cabeza, mientras le veía ahí sentado con una sonrisa de medio lado y unos ojos que se asemejaban al mismo fuego incandescente-

La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora