Capítulo 13

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Desperté al poco tiempo, algún que otro bache en la carretera me habían sacado de mi fase REM. Mi hermana también pareció haber sido despertada abruptamente lo que en parte había sido bueno, ya que pudimos contemplar las maravillosas vistas desde el camino.

El conductor comentó que ya estábamos cerca de nuestro destino. Sacamos la cabeza por la ventanilla para admirar el gran hospedaje; un edificio alto y grande perdido entre los bosques y la ladera de una montaña. El coche paró y con nuestra psicoquinésis, llevamos nuestro equipaje hasta la recepción dónde nos indicaron cuáles serían nuestras habitaciones y la sala de bienvenida preparada previamente para la llegada de los héroes.

Mientras Tatsumaki hablaba con la recepcionista, yo disimuladamente fui hasta la sala para dejar las cajas de dulces y volver antes de que pudiéramos dirigirnos al piso más alto, con vistas.

Tras dejar toda mi ropa fuera del bolso me dirigí a la entrada a esperar pacientemente a los demás, mi hermana vino un rato después. Tatsumaki solía volar muy a menudo cuando estaba en confianza y la envidiaba por ello. Usar sus poderes de aquella manera tan simple, casi sin pensar, era fascinante. Al contrario que yo que, a pesar de poseer la psicoquinésis con limitaciones y un poder adicional, necesitaba bastante concentración para poder usarlos:

-Ahí están -dijo Tatsumaki apretando los labios y sacándome de mis pensamientos-

Un autobús de tamaño mediano aparcó en una parada lejana, dejando ver cómo varios héroes bajaban de este con sus pertenencias en los hombros. Me levanté alegre y agité mi brazo para que nos vieran en la entrada. Estaba muy emocionada. Algunos hacía tiempo que no los veía, realmente eran cómo una familia, se cuidaban entre sí y en ocasiones me protegían, lo que me hacía sentir un aprecio especial por ellos. Les debía demasiado.

Cuando todos dejaron sus equipajes en sus respectivas habitaciones y todos estuvimos frente a la puerta de la sala de bienvenida, el director de la asociación abrió las puertas revelando la estancia que con anterioridad había visto. Decoraciones en las paredes, un bufet de tentempiés de calidad y una elegante mesa de grandes proporciones frente a ventanales con vistas al bosque. Un olor especial a madera inundaba la sala, lo que le daba un toque rústico y natural, acorde con el lugar.

Varios camareros estaban junto a la comida, listos para servirla. Yo rápidamente me apresuré a pedirles si podía servir yo las misteriosas cajas pasteles que habían aparecido al final de la larga mesa, ellos al darse cuenta de que lo había traído yo misma me dejaron a cargo. Los héroes al pasar me miraban extrañados, no obstante sonrientes de que les sirviera el postre indicado para ellos, cada uno tenía sus preferencias que yo había ido aprendiendo con los años...Finalmente me senté junto a mi hermana con un trozo de pastel de chocolate en el plato y otros pequeños bocados.

Al probarlos todo el mundo parecía feliz y aquello era lo más gratificante de todo, una expresión silenciosa del cariño hacia ellos. Lamentaba que algunos por diferentes razones hubieran faltado, sin embargo aquello no opacaba la sensación:

-¡Oye, ya estáis agradeciéndole a ____(T/N) la aportación de los postres! -gritó Tatsumaki molesta mientras degustaba mi trozo de pastel de chocolate- ¡Aún encima de que los ha traído especialmente para nosotros y ni siquiera se lleva el mérito!

Todos la miraron sorprendidos y luego a mí:

-"¡Por favor tierra trágame!" -pensé mientras sentía mi rostro enrojecerse de la vergüenza-"Entiendo tus intenciones One-san pero..."

-Wow ¿En serio? -preguntó Child Emperor-

-Realmente es un postre exquisito -añadió Superalloy Darkshine-

La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora