La escena era calmada, sofocada por el ruido a platos que el chico hacía al comerse toda su orden de una sentada. ____(TN) ya había terminado y se había dedicado a mirar a Garou sin ningún tipo de miramientos. Él estaba entretenido en lo suyo, no le prestaba atención y eso era lo que quería experimentar en aquel instante; la tranquilidad.
Los demás comensales, habían dejado de observar al chico después de los primeros 6 platos. Era impresionante ver que todo eso, era para una persona. Ella por su parte, ya había terminado hacía rato. Su orden había sido más pequeña consecuentemente fue la primera en acabar, y aunque no tenía muy claro lo que esperaba, se encontraba mirando al Cazador, risueña. Aunque, sin pensarlo mucho, preguntó:- ¿Dónde has estado? -no esperaba respuesta, había sido más un pensamiento en alto-
Sin embargo, tras el último trago de agua y un suspiro, contestó, inesperadamente:
-Bajo tierra -la mirada del chico se veía más relajada-
No esperó más de un minuto para levantarse e irse del local, de un momento a otro, su silueta había desaparecido y todo un caos se creó en la sala. Varios trabajadores no habían tenido tiempo ni de detenerlo y se arrepentían de no haberse dado cuenta antes. Justo después, Saitama, una figura fácil de reconocer a simple vista, también corrió hacia la puerta, proclamado justicia por el que había huido sin pagar.
En ese poco periodo de tiempo, la chica sintió una mirada de una trabajadora, y eso la ponía demasiado nerviosa. No quería irse sin pagar, pero no tenía opción, no traía nada de dinero encima y no pensaba en ir a buscarla tampoco. Su prioridad estaba en Garou, y a pesar de ello se había esfumado cual humo. Con tensión, se armó de valor para correr ante la confusión y, aunque algunos casi la detienen, ____(TN) logró crear de cualquier manera una cortina verde en la puerta, que le dejó el tiempo suficiente para huir a trompicones escaleras abajo. Intentaba escapar, pero también buscaba con la mirada a Garou, con la esperanza de que estuviera cerca, esperándola. Mas no fue así.
Se cercioró tras unos minutos que no había nadie a sus espaldas y aminoró el paso. No sabía por dónde se había metido pero aquella zona de tiendas, lucia saqueada y asolada por un gran silencio. De pronto, se topó con una tienda de ropa, su cabeza le decía que aquello estaba mal, aunque alguien más a parte de ella, ya había roto el escaparate de esta. Eso sacó un poquito del peso de la culpa y, tras volver a mirar en todas direcciones, entró a encontrar algo de su talla.
Un poco más tarde y ahora vestida decentemente, escuchó un golpe en lo alto de una colina. Supo por puro instinto que Saitama habría encontrado al Cazador y corrió como pudo hasta un campo de fútbol de apariencia rústica. Ahí, se encontró a Tareo, arrodillado junto a Garou quien yacía en el suelo inconsciente.
Rápidamente se lanzó hasta llegar a su lado y preguntarle a Tareo que es lo que había ocurrido, aunque ya lo presintiera:- ¡Oh dios mío, Garou! -____(TN) abrazó su rostro con ambas palmas de sus manos, escaneado al peliblanco- ¿¡Tareo…Qué haces aquí?! ¿Has visto lo que ha pasado?
El niño estaba un poco asustado, no sabía con certeza si el desmayado se encontraba bien y se le saltaron las lágrimas, balbuceando al hablar:
-El señor apareció y luego un señor apareció de la nada, pero antes me ayudó con los que me estaban molestando y este estaba hablando de algo sin pagar, y le hizo volar por los aires y no sabía que hacer -se había alterado al describir la situación-
En el rostro de ____(TN) se formó una mueca de confusión, un instante de silencio se formó mientras ella se imaginaba la situación y ponía las ideas en orden para entenderlo mejor. Finalmente, suspiró:
-Lo siento, Tareo -ella se levantó con fatiga para, concentrarse en hacer levitar al Cazador. L meta; la pendiente con hierba. Era una manera de practicar, aunque debía admitir que experimentar con el chico no era tan apropiado. Eventualmente logró su cometido, no sin antes haber desplomado al peliblanco unas cuantas veces contra el suelo terroso. Ella había puesto la cabeza del susodicho en su regazo, acompañada de una pequeña sonrisa. Una expresión de sorpresa después del shock, le hizo levantar la mirada hacia el niño, quién se encontraba ojiplático en el sitio:
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La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)
RandomEl pasado nos marca de maneras buenas o malas indistintamente y al crecer esos sucesos nos hacen reaccionar a situaciones que se nos presentan en la vida de distintas maneras. Aquellos recuerdos escondidos en lo más profundo del inconsciente acaban...