Tragué con fuerza mi sufrimiento y coloqué mi mano en su mejilla, elevando su rostro para encontrar nuestras miradas:
-Ya no importa Garou, créeme que no podría estar más contenta de tenerte cerca -sonreí, esa era la verdad- ¿Sabes la de veces que pensé que te había perdido?
-"¿Y la de veces que lloré por perderte?” -dije para mis adentros, no podía hacerme la víctima porque nunca lo fui, yo la cagué desde el principio-
-¿¡Estás loca?! -soltó una risotada, tapando mi mano con la suya- Jamás. El Cazador de Héroes tiene una reputación que mantener.
Reí ante el comentario, no obstante, que recalcara su rol de Cazador provocó una reacción no demasiado agradable en mi cuerpo al repensar la idea:
-A veces me pregunto si vendrá por mí-desgraciadamente me fue imposible ocultar la preocupación mientras buscaba una respuesta-
-Ojalá yo también lo supiera… -sentí que se distanció mínimamente- Desde hace ya tiempo las cosas no están tan claras como antes.
No lo comprendí, no tenía muy claro a qué se refería pero no quise interrogarle. Lo único que le pedí fue quedarme un pequeño rato más allí , descansando. Habían sido días largos y necesitaba respirar. Garou optó por sentarse a mi lado y ambos reposamos la cabeza mirando al techo. Era agradablemente silencioso, aunque se notaba que nadie quería hablar del elefante en la habitación y quise tirarme a la piscina con los ojos cerrados:
-¿Tu crees que se acabó?
-¿Huh?, ¿Cómo? -risoteó, cómo si fuera un comentario sin importancia-
-Ya sabes a lo que me refiero -lo miré directamente- Estoy teniendo un momento de disociación tremendo, así que te lo voy a preguntar directamente. Lo nuestro, lo que vivimos, nosotros ¿Se ha acabado del todo?
Mi consciencia pareció desconectada de mis sentimientos y no me daba vergüenza o miedo expresarme con claridad. Debía aprovechar la oportunidad para saber más. No tenía vergüenza que perder, sin embargo podía perder mi mundo con aquella pregunta. Tal vez era todo simple cortesía y todo lo que hubo se esfumó para él, pero había algo en mi interior que tenía en claro que no todo era humo. No había sido un simple juego de niños y quería creer en ello. Necesitaba saberlo, su mente y sus movimientos no paraban, lo había descolocado:
-Si no puedes responder, no lo hagas -dije después de un rato- Entiendo tu posición, es difícil saber que hacer. Yo quiero pensar que no, que en realidad sigue habiendo una micro posibilidad de que todo se resuelva y sea incluso mejor que antes…
Suspiré, ya estaba subiéndome por las ramas:
-Siento haberte hecho daño -me sinceré con una extraña mueca en la cara- Jamás te mereciste nada de esto y jamás quise nada mínimamente parecido a esto para ti.
Él bajó la cabeza:
-Es verdad, pero yo también te he hecho daño -nuestras miradas se conectaron y por poco me desmayo- Al final del día, los dos hemos caído.
Silencio. Parecía que la estancia estuviera llena de una muchedumbre bulliciosa que saturaba los oídos, aunque se interrumpió tras pensar en los buenos momentos. Reí:
-No dejo de pensar en ti -levanté las cejas en desconcierto por mis propias palabras- Créeme que lo he intentado varias veces y es que, si en algún momento desapareces, hay otra cosa que te vuelve a traer a mi mente.
-Y, ¿Por qué has intentado hacer eso? -no esperaba que se fuera por ese lado, y respondí con la máxima obviedad posible-
-Pues porque nadie quiere sufrir, Garou -suspiré- Si me estoy aferrando a algo que no existe, prefiero pensar que en algún momento tomé ese camino y no dolerá tanto si en algún hipotético caso llegara a pasar.
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La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)
RandomEl pasado nos marca de maneras buenas o malas indistintamente y al crecer esos sucesos nos hacen reaccionar a situaciones que se nos presentan en la vida de distintas maneras. Aquellos recuerdos escondidos en lo más profundo del inconsciente acaban...