*Warning*Escenas gráficas
Y
Sangre
Rápidamente mi cuerpo se envolvió en una espiral de fuego que me recorrió de arriba a abajo en un solo segundo, el último atisbo de consciencia y autocontrol antes de caer en la pesadilla.Ahora sólo podía observar. Mi mente no pensaba con la claridad debida, ni se planteaba nada en concreto, solamente observaba la película sin poder intervenir en ella. Por otro lado, era tranquilizador. Toda la tensión, el cansancio y el estrés se habían difuminado en una paz absoluta, casi moribunda. No obstante, fuera del campo cerebral, se encontraba Monster Princess. Llena de ira en todo el significado de la palabra, y es que me miraba desde abajo, mientras se deshacía en un simple movimiento de su bozal, revelando unos dientes afilados cómo cuchillas y una larga lengua oscura:
-¿¡Cómo te atreves a desobedecerme?! -gritó con todas sus fuerzas. Varias venas conjuntas a los ojos se oscurecieron repentinamente dándole así, una apariencia más escabrosa-
Un sexto sentido, casi tan mágico como mis habilidades, me alertó de una amenaza mas no provocó que mi cuerpo se moviera de su sitio, nada pareció cambiar en el exterior. Sumida en una seriedad serena, hasta pasiva.
Varios monstruos de bajo nivel acudieron a la llamada del látigo, y estos se lanzaron desesperadamente a mi espalda. Oía sus ruidos, intuía sus bocas llenas de saliva burbujeante y cómo, rápidamente, se detuvieron en el aire centímetros antes de poder tocar mi piel. No fue necesario una mirada, los sentía y sus desesperados movimientos erráticos. Todo con tal de escapar y conseguir el objetivo de aquella que dominaba sus mentes.
Ni un músculo hizo falta flexionar para retorcer a esas criaturas y convertir sus órganos y huesos en carne picada. Escuché sus cortos gritos de fondo y el oscuro silencio antes de que Monster Princess atacara de nuevo. No era nada del otro mundo, al fin y al cabo, su poder era controlar, no pelear. Por consecuencia, tras eludir unos simples ataques, pude acercarme lo suficiente para rodear su cuello con mi mano. El forcejeo se convirtió en desesperación, después de entender que su historia se encontraba a una simple página de finalizar. Sin embargo ya era tarde, súbitamente nos elevamos unos metros, ahogando aún más a la chica provocando que abriera la boca en busca de un poco de oxígeno. Aunque para su suerte, esa fue mi oportunidad para crear una extensión de mi mano que agarró con fuerza la métrica y oscura lengua.
Con lentitud todo el atisbo de vida y esperanzas de sobrevivir se desvanecían mientras observaba cómo los hilos musculares de su lengua se rajaban con lentitud. La sangre brotaba sin control, ahogando los gemidos y gritos de sufrimiento que se acompañaban con cortas convulsiones.
Para su pesar, aquello no acabó con su vida. Sin pensarlo demasiado, atraje hacia mí su adorado látigo de cuero negro para atravesar con él, su frente. Aprovechando la inercia, el objeto se incrustó en su capa craneal fácilmente, dejando tras de sí, las vistas del cielo celeste que podía contemplar desde el agujero, algo que satisfacía mi mente de cierta manera, cómo sonreír.
Su cuerpo, al igual que un trapo, se precipitó hacia el suelo terroso, soltando un sonido sordo. Yaciendo junto a los demás restos, cómo si de basura se tratara.
Antes de, siquiera, girarme del todo. Un endurecido cabello se topó con mi barrera, en un fallido intento de atacarme con la guardia baja. El extravagante contrincante se mostraba molesto por haber detenido su sorpresiva jugada. Sin embargo, un lagarto gigante se asomó por su espalda con los típicos movimientos del animal al que se asemejaba.
Fue entonces cuando la segunda batalla comenzó, ambos atacaban a la vez, tratando de entorpecer mis acciones a todo costo.
La escena, observándose desde fuera, parecía simple. El más fuerte, era Devil Long Hair. Cada fibra de pelo era un arma, y eso sin añadir la resistencia que estos transmitían al travesar la carne y la tierra con aparente facilidad. El más débil, en términos generales parecía ser The Great Food Tub, las pocas habilidades que había llegado a demostrar eran simples y no parecían ir más allá de un animal corriente con conciencia.
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La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)
De TodoEl pasado nos marca de maneras buenas o malas indistintamente y al crecer esos sucesos nos hacen reaccionar a situaciones que se nos presentan en la vida de distintas maneras. Aquellos recuerdos escondidos en lo más profundo del inconsciente acaban...