Capítulo 25

1.4K 164 131
                                    

-¿Qué haces aquí? -dije con sorpresa y un alivio inmensurable- ¿Y…. a dónde vamos?

Mi cabeza giraba en todas las direcciones, observando el panorama y esperando una respuesta por parte de la persona que me llevaba en brazos. Él simplemente se limitó a sonreír para acelerar el paso y asustarme. Me vi en la necesidad de agarrarme más fuerte y acortar el poco espacio que quedaba entre nosotros. No quería cerrar los ojos pero inconscientemente lo hice y cuando los volví a abrir ante la tranquilidad nuevamente restaurada, nos encontrábamos dentro de un edificio abandonado. La zona estaba teñida de un tono grisáceo y con apariencia de polvoriento, dos pilares de gran anchura dividían el espacio y unas grandes ventanas opacas dejaban entrar una luz tranquilizadora en la estancia. Había pocas cosas allí; un camping gas con una olla encima y un cómodo sofá de color morado viejo y maltratado en algunas partes que dejaban ver el interior abultado de color blanco.

Con sumo cuidado mis pies tocaron el suelo y tras observar un poco la estancia, me giré hacia él, quién estaba encendiendo el gas:

-O sea que…esta es tu casa -la idea de que viviera en ese edificio tan sólo con unas pocas cosas para sobrevivir era triste, aunque nunca se sabía si podría ser la manera en la que le agradaba vivir-

Se giró para mirarme, parecía raro y tímido:

-Algo así -nos dirigimos simultáneamente al sofá para sentarnos- Usualmente vivo en el bosque con un bebé jabalí pero tenía que venir a hacer unas cosas a la ciudad y…básicamente encontré este sitio vacío.

-No está mal entonces -dije con una sonrisa para después ponerme seria- ¿Por qué estoy aquí?

-Bueno, estás siendo oficialmente secuestrada.

Un silencio bastante grande se formó tanto dentro como fuera de mi cabeza, un espacio en blanco ante tan honesta respuesta:

-¿Qué? -no pude espetar más palabra-

-Eres mi rehén, aunque obviamente no va a ser de verdad. Te trataré bien, tranquila -su sonrisa sincera me confundía a un nivel un tanto alto-

-¿Me estás diciendo que has peleado contra un monstruo, solo para secuestrarme? -era una idea bastante loca que a mi mente le costaba procesar de algún modo-

-Bueno, lo de ese monstruo no estaba en mis planes pero…supongo que si simplemente hubiéramos huido nos habría seguido, lo que me fastidiaría bastante.

-Ya…Y ¿Qué se supone que va a pasar? -pregunté dudosa ya que quería volver a casa pero un ‘secuestro’ tal vez implicaba otro tipo de cosas que no sabía si estaba dispuesta a soportar-

Sonic no me daba buena espina por el hecho de traerme a aquel lugar:

-Mi idea principal era que te quedaras aquí unos días -miró hacia otro lado para evitar mi intensa mirada que lo escrutaba sin vergüenza alguna- No tendrías que preocuparte por la comida ni nada parecido, eso sí, no tengo baño con que…

-¡Espera, espera, espera! -le interrumpí antes de que continuara con el tema del baño- ¿Días? ¿Dormir aquí?

-Exacto -dijo evidente-

Intentaba procesar la información pero lo que más me fascinaba era la naturalidad con la que actuaba, cómo si estuviéramos hablando del tiempo. Giré mi cabeza intentando mirar por el sucio ventanal en silencio. Sin embargo, una vaga idea hizo hincapié entre todas las emociones que estaba intentando determinar:

-Espera un momento…-lo miré- Esto no tendrá que ver con Saitama, ¿Verdad?

Su rostro se tornaba lentamente hacia mi con una sonrisa nerviosa:

La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora