Abrí los ojos súbitamente, siempre me despertaba así, parecía que estuviera en alerta todo el tiempo o que hubiera despertado de una pesadilla pero era todo lo contrario, significaba que había descansado bien.
Me desperecé en la cama, agarré mi móvil para ver las notificaciones de la mañana y asegurarme de qué hora era. Las 8:30 AM:
- "Bien"-pensé mientras me levantaba e iba hacia la ventana para abrir las cortinas-
Yo misma me había impuesto esta rutina, la necesitaba. Con el tiempo el despertador se convirtió en una molestia innecesaria, mi cuerpo rápidamente se acostumbró a ponerse en marcha a la misma hora y, cómo siempre, abría las ventanas para que entrara aire fresco en la casa para luego dirigirme al baño a asearme antes de desayunar.
Tras una ducha rápida, lavarme los dientes, peinarme y ponerme crema en la cara mirando que todo estuviera bien en mi rostro fui a la cocina.
Me dispuse a preparar un desayuno repetitivo del que, por suerte, no me cansaba; mi gran taza de té caliente junto con el yogur natural que tanto me gustaba, al que le añadía kilos de avena y fresas encima con un poco de azúcar moreno, todo en un bowl hondo de color negro.
Por si acaso, si seguía con hambre, que alguna que otra vez había ocurrido tenía guardado pan fresco para hacer tostadas con mantequilla y sésamo para complementar.
Tras unos minutos puse delicadamente las cosas en una bandeja de madera para levármelo todo al balcón, porque aunque lloviera, hiciera frío o calor me gustaba sentarme por las mañanas a admirar Japón desde mi casa. Para mi disfrute hoy hacía un día soleado y cálido, era primavera por supuesto y el sol iluminaba la estancia, lo que agradecía. Mi balcón era largo pero no demasiado ancho con una barandilla cromada en color plata que, a parte de tener una zona donde apoyar las manos, esta tenía barras anchas que llegaban hasta el suelo rodeando también el cristal opaco que tanto me gustaba acompañado el diseño con un suelo imitación madera de color marrón grisáceo, al salir por la gran puerta corredera de cristal tenia justo al lado mi planta colgante con flores y tras de ella, una pequeña mesa redonda negra con sillas del mismo color y un cómodo cojín de color lila para mi espalda.
Por fin me senté a disfrutar de las vistas y, obviamente, el desayuno...Desde donde me encontraba tenía vistas hacia las lejanas montañas y pequeñas casas que tenía a mi alrededor más algunos rascacielos de la ciudad, y frente a mi edificio tenía un parque no muy grande con árboles de diferentes tamaños y colores dónde los pájaros no cesaban de cantar.
Terminé y recogí las cosas dejándolas en el fregadero para lavarlas, secarlas y ponerlas de nuevo en su sitio para después, volver al baño para maquillarme lo más natural posible y salir a comprar dando un paseo. Era muy afortunada por tener un piso grande y con vistas, pero eso no era mera casualidad, yo misma lo había elegido y también sumaba puntos porque casi no había vecinos en el bloque. "Porqué" se preguntaría la mayoría mientras miraba el armario en busca de unos pantalones de tiro alto rosa pastel y una blusa blanca con mangas cortas y recortadas en forma de nube que iba a combinar con unas manoletinas de color gris y un cárdigan del mismo color.
Básicamente a unos 100 metros se encontraba la entrada a la ciudad-Z. Cuando escogí la casa, enamorada por su interior, pensé que tendría encuentros con monstruos peligrosos a diario pero fue todo lo contrario. Los verdaderos destrozos ocurrían mayoritariamente en la zona este de Japón, en la ciudad-D en concreto, pero no mucha gente sabe que la cuidad-Y no es tan peligrosa como cuentan, ocurren sucesos claro que sí, pero en menor escala. Lo que me permitía salir todas las mañanas al supermercado habitual con toda tranquilidad, pero siempre iba preparada mentalmente por si me encontraba con un monstruo.
-"Perfecto, ahora. Hombros atrás, cabeza en alto, estómago hacia adentro y culo ligeramente hacia afuera" -pensé parada en frente de la puerta de entrada mientras respiraba hondo-
Cerré la puerta tras de mí y por fin me dirigía a paso lento hacia la tienda. Y otra vez volvía a mi cabeza el porqué de aquel comportamiento...Cuando era no demasiado pequeña me daba cuenta cómo todos se fijaban en mí, por supuesto la altura con la que había nacido no me ayudaba a integrarme entre la multitud, mis ojos con un iris un poco mas grande de lo normal de color ____(C/O) y con un pelo largo un poco ondulado en las puntas "dependiendo del tiempo" de color ____(C/P) siempre me dejaban expuesta, incluso a opiniones y críticas. Era guapa y parecía una modelo, me lo habían dicho toda la vida en cuanto la gente tenía oportunidad y a causa de todos esos acontecimientos casi rutinarios, me obligué a mí misma actuar como tal, caminar como tal y lo más importante copiar esa personalidad inocente y atrayente a la vez. Algo alegre, impulsiva, un poco tímida y distraída.
Era un poco tímida en realidad y no me suponía una gran dificultad expresarlo pero lo demás, no era totalmente mi personalidad, con el tiempo descubrí que ese tipo de rasgos eran los que la gente legustaba ver de mí. En cambio a la hora de llegar a casa parecía una piedra andante, no expresaba emoción ninguna, era cómo si mi cara no pudiera expresar lo que sentía, no estaba triste o deprimida pero por alguna extraña razón, así era.
Me encontraba en la zona más o menos céntrica donde los pisos eran más altos y aquello tenía más aspecto de ciudad, incluso el número de gente a mi alrededor había aumentado.
Estaba pasando junto a un gran parque donde casi todos los días se sentaba un niño a leer tranquilamente:
-¡Buenos días Tareo! -grité agitando la mano sonriente-
Nos veíamos bastante a menudo, aunque ya nos conocíamos desde el año pasado cuando su madre, que vive a varias calles de mi casa, me pidió que cuidara de él durante el verano ya que parecía responsable y de fiar y para su suerte no se equivocó demasiado, aunque también me había considerado ya que conocía la zona y vivía cerca lo que era una ventaja.
Me devolvió el saludo con alegría y seguí en dirección a mi destino. Al llegar compré lo que necesitaba, no sin antes sentirme observada por varias personas que decidí ignorar y finalmente pagar después de que la cajera estuviera alabándome durante mi búsqueda del dinero exacto. Salí de la tienda y el suelo comenzó a temblar haciéndome perder el equilibrio y casi caer al suelo.
-"¡¿Que ha sido eso!?" -pensé preocupada mirando hacia todos los lados para ver si algún monstruo estaba cerca y sí, ahí estaba un robot de más de 3 metros en frente de King, un héroe de clase S-
Nada más reconocerlo comencé a huir en dirección contraria sin quitarle la vista de encima cuando, de repente, se va. Paré en seco, enfadada:
-"¿¡Y ese se hace llamar héroe!?" -el robot no esperó ni un minuto para seguir atacando inocentes al ver que aquel personaje desapareció de la vista-
Caminaba rápido hacia el robot, dudosa en atacarlo pero el Cyborg Demoníaco Genos de clase S se me adelantó lanzando el primer puñetazo y otros dos más a la vez que habían lanzado al monstruo unos metros dejándolo en el suelo, él casualmente miró hacia donde yo me encontraba y cruzamos miradas inconscientemente:
-¡____(T/N)! -gritó-
Aquello lo había distraído lo suficiente para que, al segundo después, el enemigo intentara aplastar a Genos con su pie robótico.
-¿¡____(T/N)!?¿¡Dónde está Genos?!
Pude oír como el héroe hablaba con alguien que no había visto antes por la lejanía y que tampoco podía ver por una nube de polvo que tapaba mi visión a pesar de estar ahora mucho más cerca pero a una distancia mínimamente segura. Ya suponía quién podía ser y al fin reconocí su voz cuando el Cyborg atacó con más puñetazos al monstruo.
-¡Saitama!-grité lo más fuerte que pude tapándome la cara con mi antebrazo y dando un paso atrás ante las ondas que provocaban aquellos dos peleando-
Rápidamente vi como aparecía ante mí con sus bolsas de la compra en una mano, dejando la otra libre para agarrarme de la cintura y correr a una velocidad de vértigo para sacarme de allí.
Bueno, primer capítulo con explicaciones y descripciones de personajes y escenarios para que la historia tenga sentido y sea un poco mas inmersivo. No olvidéis de comentarme lo que sea y votar, nos vemos! 💕
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La Verdadera Fuerza (Garou y Tú)
RandomEl pasado nos marca de maneras buenas o malas indistintamente y al crecer esos sucesos nos hacen reaccionar a situaciones que se nos presentan en la vida de distintas maneras. Aquellos recuerdos escondidos en lo más profundo del inconsciente acaban...