Hayden lo tiene todo. Dinero, poder, belleza, talento. Cuatro cualidades que ponen el mundo a temblar cuando de Hayden McMurray se trata.
Acostumbrada a una vida de lujos y riquezas, rodeada siempre de todo lo que ha querido, siendo la más consenti...
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Una de las pocas cosas que hice bien en mi vida, fue escoger a Hayden.
Estos meses viviendo juntos me hicieron notar que el problema en realidad jamás fuimos nosotros, sino el resto que se empecinaba con alejarnos. Sus padres, Candy, luego el accidente, la pérdida de nuestro primer embarazo. Nosotros... nuestro amor nunca fue el problema.
Hemos vivido en perfecto estado sin siquiera discutir durante semanas completas, adorando cada día más su vientre abultado y culminando aquí, con el enorme anillo de diamantes en su dedo.
Sé que dijo que no quería un anillo, pero joder, el que tenga en su vientre a mis hijos no es muestra suficiente de que me pertenece, su amor y su cuerpo son completamente míos. Me enaltece verla sonreír, pero verla con el vientre abultado usando mi camisa mientras deambula descalza por la cocina me vuelve un maldito soñador.
—¿Vas a dejar de mirarme como un completo extraño?—pregunta con una sonrisa en sus labios mientras se prepara su asqueroso sándwich de sardina.
—No, quiero verte en tu despedida de soltera—digo, encogiéndome de hombros.
—Ya, solo tengo una hora más como soltera, así que déjame disfrutar mi sándwich en paz—aprieta el pan haciendo salir por los bordes un poco de su relleno. Me acerco y planto un beso en su mejilla mientras mis manos tienen vida propia al acariciar su vientre. —Ve a cambiarte que llegaremos tarde.
—Sí, señora—disfruto del movimiento de mis bebés, y termino haciendo lo que me pide.
La dejo sola porque tiene muchas cosas que preparar para hoy pues hemos decidido contraer matrimonio de una vez por todas. Sé que ella quería a sus padres aquí, a mí también me habría gustado tener a los míos pero de igual manera seremos nosotros dos, y eso suficiente.
Tengo los nervios a flor de piel. Si bien la tengo conmigo desde hace semanas completas, todavía no dejo de pensar en que saldrá corriendo en algún momento, notando que escapar fue una mala idea.
Tengo miedo de que recuerde su vida con Oliver y me abandone, de que recuerde los malos momentos que la hice pasar y termine por aceptar que conmigo no será feliz, pero el mayor de mis miedos es que deje de amarme.
Me siento como un estúpido, sé que aceptó casarse conmigo, que estamos a nada de hacerlo y que carga a mis hijos en su vientre, pero no dejo de pensar en que quizás solo lo hizo porque se embarazó. Pienso que de no haberlo estado, se habría casado con Oliver, y el que se hayan mantenido en contacto los últimos días tampoco me deja tranquilo.
Dice que necesita un poco de paz y algo que le recuerde a su familia. No ha mantenido contacto con ninguno, ni siquiera con sus hermanas y eso la ha entristecido bastante, así que no dije ni una palabra con respecto a su ex pues eso al menos ha logrado que su ansiedad se reduzca un poco.
Últimamente está más cansada, no ha dejado de dormir a no ser que sea para comer y dar nuestro paseo por la paya de todos los días, pero eso es debido a nuestros hijos que llevan ya siete meses.
